El superintendente de Vigilancia y Seguridad Privada, Larry Álvarez, envió desde Barranquilla un mensaje contundente a ese sector y al país: “No vamos a permitir que empresas fachadas se presten para estructuras criminales”.

En la instalación del  Congreso Nacional de Seguridad, organizado por Asocec, Álvarez dijo que la Superintendencia “está más empoderada, con  inspecciones  integrales  en todo el país”. 

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Aseguró que la nueva administración marca un cambio de rumbo en  la  entidad.

“Estamos ratificando una nueva postura de la Superintendencia Nacional de Vigilancia, mostrando una nueva cara frente al sector y al país”.

Señaló además que, aunque recibió una institución con dificultades  técnicas  y  financieras,  el  compromiso  es  absoluto.  “Aquí estamos para construir una mejor alianza con los actores del sector y del Estado”. 

El funcionario destacó avances concretos de sus primeros  dos meses de gestión, entre ellos el plan de choque para resolver más de 2.000 trámites represados, el refuerzo a los controles de antecedentes en el personal de vigilancia,  la  expedición de la resolución de tarifa mínima y la implementación de herramientas de transparencia y ética empresarial, clave en la lucha contra el lavado de activos y la financiación del terrorismo. 

En este escenario, el superintendente recibió el reconocimiento como Oficial de Cumplimiento por parte de la International Security Certification Board (ISCB), de manos de Carlos Boshell Norman, Formador internacional BASC; lo  que  refuerza  el  compromiso  institucional  con  las buenas prácticas, la integridad y la transparencia en el  sector,  así  como  el  respaldo  de la Supervigilancia a la labor que desarrollan los oficiales de cumplimento en todo el país, fundamentalmente en la prevención del lavado de activos y la financiación del terrorismo.  

Reiteró el funcionario que la actualización de la tarifa  mínima y la reforma laboral son medidas que buscan garantizar salarios y prestaciones justas para los  trabajadores y, al mismo tiempo, asegurar la  sostenibilidad económica  del  sector.  

“La reforma laboral es un acto de justicia para quienes  día y noche, domingos y festivos, cuidan de los  colombianos y merecen que se les reconozcan sus derechos”, afirmó.