La Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria , Corpoica,  promueve entre los ganaderos la variedad del sorgo forrajero JJT - 18, un sorgo dulce para la producción de ensilaje y suplementación para afrontar las épocas de sequías o de exceso de agua, en las cuales se afecta la cantidad y calidad de los pastos.

“La importancia de este sorgo radica en la oportunidad para los productores de contar con una oferta tecnológica que bajo unas buenas condiciones de manejo y producción les va a permitir tener un forraje de alta calidad nutricional y buena productividad”, destaca Juan Carlos Pérez Velázquez, director del Centro de Investigación Caribia.

El JJT-18 permite hacer más de un corte y alcanza en promedio 50 toneladas de ensilaje por hectárea al año, superando en más de 20 toneladas al año el rendimiento del ensilaje de maíz, que es la opción disponible de muchos productores en la región Caribe.

Así lo reconoce Sila Guido, una productora de la región Caribe, que trabaja con este material en su finca el Hato GQ, en el municipio de Candelaria, Atlántico, y quien en el 2017 logró una producción de 82.4 toneladas de ensilaje de sorgo por hectárea en las cuatro primeras cosechas. “En términos económicos, el ahorro es notable, se produce más a menos costo y reduce el precio del ensilaje, por concepto de compra de semilla, ahorro en maquinaria, mano de obra y otros insumos”.

Por su buen comportamiento agronómico y producción alta de biomasa, la variedad de sorgo forrajero Corpoica JJT-18 se constituye en una excelente alternativa para suplir las deficiencias de forraje en la época seca, como alimento en verde o en ensilaje, solo o asociado a otras gramíneas o leguminosas. “Esta es una especie de rápido crecimiento y con menores requerimientos nutricionales que el sorgo granífero y el maíz”, agrega Pérez Velázquez.

"Este sorgo es moderadamente tolerante a enfermedades como Antracnosis, complejo de hongos en la panoja y Fusarium sp.  Las plagas de importancia económica encontradas en el cultivo de sorgo dulce son el gusano cogollero Spodoptera sp y el barrenador del tallo Diatraea sp, los cuales pueden ser controlados con un manejo integrado de plagas", explicó Corpoica.

Ambientalmente el sorgo también es una buena opción. Según Sila permite utilizar menos agua y recuperar la presencia de otras especies autóctonas. “Acá han vuelto a aparecer cotorras, marías mulatas, iguanas, conejos y patos”, concluye.