Si así fue el inicio de año y el 'pre', con caos y violencia, ¿cómo será el Carnaval 2022?
El 1o de enero fue desastroso en varios puntos en medio de un cuarto pico por la variante ómicron del Covid-19.
El 1o de enero fue desastroso. Si es que tiene una definición de todo lo ocurrido ese día en Barranquilla y el área metropolitana.
La situación fue caótica en varias calles y la gente se desaforó sin cumplir medidas de bioseguridad, con cero tapabocas y lo peor de todo es que la violencia también salió a relucir.
Solo por poner ejemplos: lo ocurrido en una calle del barrio San José de Barranquilla, donde la ciudadanía ese día, en la noche, cerró una vía de manera improvisada y un ‘río’ humano se vio entre ver en un video divulgado en redes sociales.
No hubo distanciamiento social, no se observó a nadie con tapabocas y una multitud gritaba a todo pulso la canción que sonaba en ese momento.
Todo esto el mismo día en que las autoridades confirmaron los primeros tres casos de la variante ómicron del Covid-19, que resulta más contagiosa y tiene disparados los casos en varios países del mundo.
Incluso, en Barranquilla ya se comienza a evidenciar el disparo de los contagios con los últimos reportes. Solo ayer Minsalud registró 555 contagios.
Muchos argumentan que ya están vacunados, pero está comprobado que la vacuna no evita un contagio, sino que reduce considerablemente de sufrir una enfermedad grave.
Además, si el virus sigue circulando existe la probabilidad de que surjan nuevas variantes que sí pueden resistir a las vacunas.
Ahora para completar, en otros casos similares de cierre de vías y aglomeraciones hubo violencia desbordada. Así pasó esa misma noche en el bulevar del barrio Costa Hermosa, donde en medio de la multitud se formó una batalla campal.
Videos muestran la magnitud de los hechos. Botellas ‘volaron’, puños y patadas iban y venían, y hasta se ve a un hombre que sacó un arma y disparó al aire. Todo fue caos y confusión.
Ni qué decir de lo ocurrido también esa misma noche en la calle 10 con carrera 11, barrio Centro de Malambo.
Hubo mujeres agarradas de los cabellos, botellas lanzadas y muchos corrían con niños en brazos tratando de huir de los enfrentamientos.
Fue un descontrol derivado de la ingesta de alcohol e intolerancia. Solo estos tres casos fueron tomados como ejemplo porque se viralizaron en redes sociales, pero hubo muchas más fiestas sin control de bioseguridad en Barranquilla y su área metropolitana.
La pregunta que queda en el aire es ¿si así fue el inicio del año, cómo serán los pre y el Carnaval 2022?
Resta esperar que las autoridades tomen cartas en el asunto y vean qué hacer para que esto tan desastroso no se vuelva a repetir.