Según estudio de Alto: los delincuentes también hacen su Carnaval en Barranquilla
El whiskey y la cerveza son los licores más apetecidos por los ladrones en época de Carnaval.
El Carnaval de Barranquilla es una de las festividades culturales más importantes del país. El sabor y la alegría que se viven en esos cuatro días de baile y desorden contagian a toda la región y al país entero, pero también a los amantes de lo ajeno. Según cifras de ALTO, compañía especializada en prevención y reducción de robos y fraudes en empresas, durante el Carnaval 2017, en Barranquilla los establecimientos comerciales tuvieron pérdidas de más de 74 millones de pesos.
Mientras la ciudad disfruta la reconocida Batalla de Flores, los ladrones aprovechan el sábado de Carnaval para delinquir, siendo este el día más afectado por casos de robos. Según ALTO, la modalidad de hurto más frecuente en establecimientos comerciales es el famoso “robo hormiga” y el artículo más apetecido por los delincuentes es el licor, en donde el whiskey y la cerveza representan el 18% de los robos, seguido de los productos de aseo con un 12% y los enlatados con un 9%.
Con el folclor que se vive en la Costa Caribe es casi imposible detectar a los delincuentes, el modus operandi más utilizado en esta época es esconder los artículos en las prendas de vestir u ocultarlos en bolsos o maletas que ingresan a los establecimientos. El estudio también reflejó que el 80% de los robos son realizados por hombres entre los 30 y 36 años de edad y el 20% restante por mujeres que están entre los 19 y 24 años.
De esta manera la fiesta más alegre y tradicional de la región, se convierte también en el escenario ideal para los delincuentes que ven en ella la oportunidad perfecta para cometer este tipo de delitos. Definitivamente los ladrones también viven y gozan el Carnaval de Barranquilla.
Alto, es una multinacional chilena especializada en la prevención y reducción de pérdidas por hurto y fraude en las empresas, a través de la implementación de estrategias legales, disuasivas y tecnológicas. Tiene presencia en 5 países (Chile, Colombia, Estados Unidos, México y España) y desde hace 9 años está presente en el país.
Su metodología se basa en tres pilares: Persecución Penal Inteligente, ejecutado a través de una unidad especializada en la persecución penal de delitos. Inteligencia de la Información, un sistema integrado de información que permite tener una radiografía de los delitos y la Comunicación Disuasiva, que es el desarrollo de acciones con el objetivo de disuadir la acción de delincuentes.