Múltiples quejas sobre las reiteradas fallas en el servicio del Sistema de Transporte Masivo (Transmetro) son las que vienen ‘rodando’ a través de las diferentes redes sociales.

En esencia, las quejas tienen las mismas características: fallas en los sistemas de aire acondicionado, en las frecuencias del servicio y en el pésimo mantenimiento de los vehículos, todo lo cual se refleja en incomodidades para los usuarios que diariamente utilizan el sistema.

Casos concretos han sido trinados en Twitter.

“Para @transmetro B/quilla una queja. El servicio 2.1A. Hipódromo Soledad pésimo pero pésimo remalo. Frecuencias cuando se les da la gana cada 1/2 hora. Mejoren o retiren los buses viejos y sucios”, trinó el usuario @Diego294055041.

Por su parte, la usuaria Cindy P. Movilla P., fue más allá en su queja: “La realidad de @transmetrobaq, a las 9 am no es hora pico y los buses repletos, aparte no funciona el aire acondicionado. Bquilla con 32 grados, tuvieron que abrir la ventana (superior) porque nos estábamos ahogando. Necesitamos más buses y que hagan mantenimiento”.

Esta apreciación de Cindy Movilla tuvo respuesta en otro usuario, Elías Vergara, quien ratificó la queja.

“Lo mismo de siempre... tal pareciera (que) Transmetro espera las quejas de usuarios para hacer el eficiente mantenimiento a aires acondicionados de algunos buses...falta, falta mucha más eficiencia en Transmetro…”, aseguró.

Entre tanto, para @EstebanTohe “los problemas con tomar el @transmetrobaq van desde la clara falta de cultura de muchos de sus usuarios hasta las condiciones de abandono y falta de mantenimiento de algunos de sus buses”.

Sostiene que la falta de mantenimiento “se ha vuelto una falla en el servicio que no parece estar siendo atendida. Como usuario frecuente del Transmetro, he evidenciado en más de una ocasión que algunos buses articulados se apagan repentinamente, a veces vuelven a encender pero otras veces no. Lo anterior hace que muchos usuarios pensemos en dos cosas: la falta de mantenimiento de estos vehículos por parte de la empresa o el fin de la vida útil de estos buses y que, aún así, estarían siendo usados”.

En su concepto, las condiciones de algunos buses y estaciones es crítica. “Una vez tomé un bus articulado que tenía el piso del área del “acordeón” tan  agrietado que se podía ver la carretera. Otro aspecto es que el aire acondicionado de muchos de estos vehículos no funcionan”, señaló en su cuenta de Twitter.

Considera que “lo anterior empeora debido al hacinamiento generado por el sobrecupo en horas pico y las altas temperaturas propias de Barranquilla que últimamente ha alcanzado los 39° con sensación térmica de hasta 45°”.

Con respecto a las estaciones, recalca, el deterioro es evidente, “tanto que algunas están parcialmente fuera de servicio. Las puertas no funcionan y algunas estaciones tienen poca iluminación”.

Asegura que “mientras todo esto ocurre, el precio de los pasajes sigue aumentando. De hecho, el pasaje de @transmetrobaq ($2.300 pesos) es el más caro en comparación con los otros servicios de transporte público de buses en Barranquilla y su Área Metropolitana”.

Como estas son muchas las quejas que circulan a través de las redes sociales en las que los usuarios cuestionan las graves deficiencias que registra el sistema Transmetro.

En 2018, de acuerdo con la auditoría adelantada por la Contraloría Distrital, la empresa recibió 1.574 peticiones, quejas, reclamos y sugerencias, de las cuales el 86% estaban relacionadas con el área de operaciones del sistema, fundamentalmente sobre la actitud de los operadores, tiempos de espera, frecuencias y control de vendedores.

Ojalá Transmetro adopte los correctivos del caso porque tal como va está lejos de hacer realidad su visión de ser, en el año 2020, “en una empresa modelo latinoamericano de Transporte Integrado de pasajeros por la calidad de servicio y la generación de valor agregado, convirtiéndose en la primera opción de  transporte público y una alternativa atractiva para el usuario del transporte privado”.