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David Argüello (izq), coordinador de entregas de Nutrir Caribe, hace las descargas irregulares en los colegios.
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Reparten alimentos escolares en Santa Marta sin contrato y violando medidas sanitarias

La extraña e irregular repartición se dio la semana pasada. Los carros repartidores pertenecen a la Unión Temporal Nutrir Caribe, última beneficiaria del PAE.

El pasado martes 21 de septiembre en horas de la mañana, la Secretaría de Educación y la Unión Temporal Nutrir Caribe hicieron una reunión de socialización con la comunidad en la sede del Liceo Samario, en la que presentaron un balance final del convenio 008 de 2016, a través del cual la empresa contratista suministró desayunos y almuerzos a los estudiantes de los colegios oficiales del Distrito durante 2 meses, por un valor superior a los 5 mil millones de pesos. 

En dicha reunión, el secretario de Educación, Edimer Latorre, explicó que los estudiantes se quedarían sin alimentación durante unos días, mientras que la Alcaldía adjudicaba un proceso de licitación pública a un nuevo operador de los alimentos, pues el convenio vigente terminó el pasado 20 de septiembre. 

Jairo Echeverry Patiño, representante legal de Nutrir Caribe, durante la socialización con la comunidad.

Seguimiento.co hizo una revisión del proceso de licitación pública LP-010-2016, mediante el cual se adjudicará la nueva contratación del Programa de Alimentación Escolar por 6 mil 309 millones 397 mil pesos, para operar el PAE distrital durante 41 días del calendario escolar, y descubrió que el proceso se encuentra detenido en el Secop, lo que crea un limbo jurídico, pues los estudiantes no tiene quien le suministre los alimentos. 

De acuerdo con el Sistema de Contratación Pública, el proceso debió abrirse el 19 de septiembre y la adjudicación debería producirse el 10 de octubre. Sin embargo, en el Secop, el proceso parece estar abandonado: con el cronograma incumplido y en etapa  de borrador. Es decir, no hay quien entregue los alimentos. 

Extrañas entregas de alimento

En medio de este panorama en el que no se conoce un respaldo jurídico que permita el suministro de los alimentos a los estudiantes de los colegios, surgió una situación anómala la semana pasada: durante el miércoles, jueves y viernes, se hicieron entregas de alimento a las instituciones públicas, sin que se conozca un soporte que las respalde y, lo peor, cometiendo una serie de irregularidades en el proceso de entrega de alimentos. 

Personal de Nutrir Caribe hace la descarga de alimentos irregular.

Como si se tratara de un recorrido normal, camionetas pertenecientes a la Unión Temporal Nutrir Caribe, que ya terminó su convenio, visitó los distintos colegios públicos y descargó alimentos. En la foto de estas entregas son visibles serias irregularidades, como el hecho de que los vehículos no cuentan con los requerimientos contemplados en la Resolución 2505 de 2004, que regula el transporte de este tipo de alimentos. Las carnes fueron transportadas en cavas de icopor, aumentando el riesgo de contaminación cruzada o de descomposición de los alimentos. 

Otra irregularidad visible -confirmada por varias manipuladores de los colegios- es que los alimentos que fueron entregados durante la semana pasada no incluían minuta, por lo que no se puede hacer un seguimiento a la distribución de las raciones.

Recomendamos: La cruda realidad del plan de alimentación escolar en Santa Marta 

Este medio de comunicación digital conoció que el suministro de estos alimentos, efectuado por la Unión Temporal Nutrir Caribe, y el cual se hace tras bambalinas y sin oficialidad, se habría programado como una especie de paliativo para cubrir los días que los estudiantes iban a quedar sin suministro de alimentos entre el contrato que termina y el nuevo que comienza. Sin embargo, esto no sería gratis, pues la UT habría accedido porque tienen la garantía de que ellos volverían a ser beneficiarios del nuevo contrato, pese a que esta vez se trataría de una licitación púbica, donde se entiende que otros oferentes compiten y se adjudica la mejor opción.