Hoy en Colombia no hay autonomía judicial. Con esa frase, tajante, el magistrado Jorge Enrique Ibáñez, presidente de la Corte Constitucional, alertó sobre la grave situación que afronta la rama, no solo por los choques con el Gobierno, sino por la dependencia que hay con el Ejecutivo para poder desarrollar su labor. 

Lo ejemplificó así: “En los años 90 nosotros seleccionábamos en la Corte por lo menos el 3% de las decisiones de tutela al día, pero como mantenemos el mismo número de personas para poder garantizar la atención de la demanda judicial, cada día estamos seleccionando solo el 0.005%”.

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Afirmó Ibáñez que manejan el mismo personal que en los años 90’ y la carga no deja de crecer, afirmando que son al menos “4.500 sentencias al mes”. 

Y la situación no parece tener un futuro mejor, puesto que el presupuesto fue recortado de $16 billones a $10 billones.

“Nos alejamos de hacer una oferta judicial porque no tenemos autonomía, y no la tenemos porque si queremos crear un cargo en la rama judicial, necesitamos obtener un recurso para crear ese cargo, nos toca pedir limosnas a la rama ejecutiva”, enfatizó.