Por Cecilia De Alba Narváez 

Comisaria de Familia

Es muy preocupante la problemática de salud mental infantil en Colombia donde el 44,7% de los niños y niñas muestran indicios de afectaciones en su salud mental, (Ministerio de Salud 2024) mientras a nivel mundial entre el 10% y 15% presentan problemas o trastornos mentales. (Unicef 2024). A esto se suman los datos de Medicina Legal que muestras que en 2023 hubo 230 suicidios de niños, niñas y adolescentes, mientras esta cifra llega a 140 en el primer trimestre de 2024.

Es apenas natural que nuestros chicos sucumben mentalmente ante una vida ligada a adultos que ejercen violencia en la casa y desconocen pautas de crianza positiva, aunada a sus entornos asociados al conflicto armado, el acoso escolar, el consumo de sustancias psicoactivas, abusos sexuales, programas televisivos violentos y el manejo temprano del internet sin control parental.  

Llamarlos la generación de cristal, es como adosarle a su naturaleza una debilidad, cuando realmente han sido fuertes al crecer la gran mayoría, sin el acompañamiento adecuado de adultos, que encuentran la vida familiar cotidiana, aburrida; entregándoles cosas materiales a cambio de tiempo, de juegos, de abrazos paternos, dejándolos pasar su vida entre juegos electrónicos y redes sociales, que genera esa sensación de soledad y vacío.

Entonces aparecen problemas de ingesta de alimentos, de vómitos, problemas del lenguaje, trastornos de sueño, dolor de cabeza, agresividad, aislamiento, irritabilidad, tristeza frecuente, falta de concentración o nerviosismo.

 Y si además están expuestos a violencia intrafamiliar, experiencias traumáticas, padres que consumen sustancias psicoactivas, vulnerabilidad genética, entre otros, podrían presentar síntomas de ansiedad o depresión, hiperactividad, fobia social, el consumo de alcohol, el intento de suicidio.

¿Que ofrece el Estado a esta problemática?

Las Empresas prestadoras de salud- EPS y sus diferentes instituciones de salud- IPS, son las responsables en Colombia de brindar la atención a los niños y niñas.

¿Pero hay suficiente recurso humano disponible para atender tantos pacientes?

 Para el año 2022 solo había 120 psiquiatras pediatras en todo el país.

¿Como atender a casi la mitad de la población infantil afectada mentalmente?

Urge promover la capacitación de este recurso humano tan necesario, así como  psicología y trabajo social.

Porque más que rehabilitar hay que buscar fortalecer la prevención, y eso no es solamente con campañas publicitarias, es trabajando la unidad familiar, a padre sanos hijos sanos.

Mayor inversión en la construcción de familias saludables, ciudadanía responsable, manejo de las emociones o inteligencia emocional, fortalecimiento del ICBF y las comisarías de familia.

Que cada institución educativa cuente con su equipo de orientación escolar.

Todas las empresas públicas y privadas deben desarrollar programas de fortalecimiento de las relaciones familiares, de sus empleados o trabajadores.

Es hora de mirar hacia adentro del hogar, no para sancionar o juzgar sino para construir la salud mental de nuestros niños y niñas.