Preocupación ciudadana: ¿Domiciliarios cuentan con los elementos de bioseguridad?
En muchos casos los mensajeros se amontonan sin guardar las mínimas precauciones.
En plena emergencia sanitaria por el coronavirus, el servicio a domicilio se ha convertido en una herramienta de gran ayuda.
Atendiendo las recomendaciones de las autoridades, las familias permanecen guardadas en sus casas, pues así lo requiere la cuarentena decretada por el Presidente de la República.
Por eso, el ‘pico y cédula’ no resulta suficiente para que las familias puedan aprovisionarse adecuadamente de alimentos, por lo cual recurren al servicio domiciliario de la tienda cercana y en muchos casos de los portales de contacto como Rappi.
Y es aquí donde se viene presentando una delicada situación tanto para los encargados del servicio como para los clientes.
A través de redes sociales, de manera insistente, se viene advirtiendo la manera como los domiciliarios de Rappi se amontonan en determinados servicios a la espera de una llamada de contacto.
Esto lo hacen sin guardar la más mínima distancia entre ellos y desprotegidos de elementos básicos de seguridad. A pesar de que cuentan con una especie de coordinadores que los dotan de tapabocas y guantes antes de ingresar a supermercados y algunos restaurantes.
Si bien al momento de entregar los domicilios pueden contar, por lo menos con guantes y tapabocas, la situación no deja de significar un gran riesgo.
El hecho de entregar los domicilios con guantes y tapabocas, luego de estar amontonados sin las debidas precauciones, resulta muy preocupante.
De ahí que a través de las redes sociales la propia ciudadanía esté requiriendo a empresas como Rappi para que explique las acciones de bioseguridad impartidas a los mensajeros para poder cumplir su tarea sin riesgo alguno, tanto para ellos como para los clientes.
Nadie discute que en medio de la cuarentena hay personas que prestan servicios muy indispensables, especialmente para no generar efectos colaterales también graves como el del desempleo.
El de Rappi es uno de servicios fundamentales, pero valdría la pena que las personas que lo atienden guarden las más mínimas normas de seguridad sanitaria para no arriesgar la vida de ellos y las de los demás.
Al tener información de estas concentraciones ilegales, las patrullas de reacción inmediata de la Alcaldía Distrital, con el apoyo de la Policía, se acercan a estas reuniones y tras explicarles la necesidad de guardar las distancias, para evitar la propagación del coronavirus, los dispersa. Pero cuando se marchan las autoridades vuelven a agruparse en otro sitio, desconociendo disposiciones legales.