El hallazgo de restos arqueológicos en el Barrio Abajo de Barranquilla, que extenderían la historia de la ciudad a por lo menos 700 años, constituye un gran reto para historiadores, investigadores y las propias autoridades locales.

“Definitivamente hay que reescribir la historia porque hay evidencias de que aquí siempre se pudo vivir y eso va a favor de la teoría en el sentido de que cuando los sitios tienen condiciones de vida la gente se queda. Y Barranquilla en ese momento tenía agua, vegetación y pesca, y eso permitió a la gente estar aquí”, destacó el Arquitecto e historiador, Carlos Bell Lemus después de la revelación conocida el jueves.

En su concepto, el resultado de la investigación representa un mensaje para los niños, en el sentido de que la historia de la ciudad es mucho más larga de lo que se tenía hasta el momento.

“Es un ejemplo para los niños para que ojalá sigamos conservando la naturaleza, para que podamos seguir viviendo aquí”, señaló.

Según Bell Lemus, “para el manejo de la conciencia ciudadana es importante la historia. Si uno no tiene evidencias, memorias de su pasado es muy difícil construir ciudadanos del momento y del futuro, porque si hay algo que nos pueda dar identidad de quienes somos es nuestro pasado y mientras más pasado tengamos eso significa que tenemos más fortalezas, más cosas que conservar y más identidad con el territorio”.

Socialización de la nueva historia

Por su parte, el Secretario Distrital de Cultura, Juan José Jaramillo, que esta situación “cambia muchísimo la historia de Barranquilla porque hablábamos de 200 años del primer asentamiento de Barrancas y hoy estamos hablando de 700 años de historia. Y no es que nos lo cuenten si no que lo estamos evidenciando porque estamos encontrando una serie de elementos que hicieron parte de ese primer inicio de vida de muchos y entonces hoy la Barranquilla nos toca contarla diferente”.

A la pregunta del millón: ¿Qué viene ahora? Jaramillo sostiene que el reto para la Secretaría de Cultura, la Alcaldía Distrital, investigadores, historiadores, académicos, entre otros, es iniciar la muestra itinerante para socializar los resultados de esta investigación en los diferentes sectores, especialmente en las instituciones educativas.

Para ello plantea mesas de trabajo con grupos interdisciplinarios para sustentar e integrar los hallazgos “para hablar de la otra historia de Barranquilla”.

Las evidencias encontradas

Entre tanto, Javier Rivera, investigador y Arqueólogo de la Universidad del Norte, explicó los alcances de los hallazgos en el Par Vial de la 50.

“Es parte de los hallazgos de los elementos que logramos identificar en un proyecto de Arqueología preventiva que ejecutamos desde agosto de 2015, en el marco de las obras del Par Vial de la carrera 50, en el Barrio Abajo”, precisó.

Allí se logró identificar elementos de dos ocupaciones: una prehispánica que no se tenía reportada qué tan antigua era, “a pesar que en el siglo XIX se decía que había una serie de tumbas y que el Barrio Abajo había surgido encima de un cementerio. Pero con estas investigaciones logramos identificar la fecha más antigua que hasta el momento tiene la ciudad que está en el Barrio Abajo, que es 1220 después de Cristo”.

Igualmente, fueron encontradas evidencias de la ocupación de la gente que fundó el Barrio Abajo, a partir de la segunda mitad del siglo XIX. “Entonces, vamos a encontrar una historia de 700 años que es lo que exponemos en esta muestra. A partir de la investigación que se ha hecho con los documentos históricos y las crónicas, la referencia que se tenía de los primeros españoles es que ese sector era un varadero de canoas de pescadores que simplemente tomaban como punto de paso”, explicó.

Ocupación era bastante amplia

La investigación permite establecer que la ocupación era bastante amplia y que llegó hasta principios del siglo XVI. “En los basureros indígenas encontramos material español del siglo XVI, lo que quiere decir que esos pueblos llegaron hasta esa época, que no necesariamente tuvieron contacto con los españoles porque no hay evidencia de ello, a pesar que hay materiales españoles. Lo que pensamos es que esos materiales españoles llegaron fue a través de otros pueblos indígenas que sí comercializaron con esos europeos”, recalcó.

Dentro de los hallazgos fueron encontrados restos de cerámica que indican la vida cotidiana, tales como ollas y vasijas donde se harían los alimentos. También urnas funerarias utilizadas para sepultar a las personas.

Asociados a los basureros de las casas fueron encontrados restos de fauna, huesos de animales y conchas “que hablan del tipo de libertad que tenía esa población".

Además, cuentas de collares como parte de los implementos que utilizaban en su indumentaria.

“Seguramente era algún tipo de aldea en la cual había diferentes viviendas y aprovecharon la cantidad de recursos que tenían cerca al río y el sistema de ciénagas que caracterizan el Bajo Magdalena. No obstante, no se puede determinar la extensión total porque el proyecto del Par Vial va acotado a un área muy específica, que fue lo que se intervino”, resaltó.

Concluyó que esta investigación puede cambiar la historia de Barranquilla, no solamente en los textos escolares sino también en la memoria y la percepción que tiene el barranquillero, “para que diga que la ocupación de su ciudad es mucho más antigua, por lo menos de 700 años”.