Los últimos casos de integrantes de la Policía Nacional capturados por cometer delitos o facilitar que bandas criminales perpetren ilícitos, ha empañado la imagen de la Policía Nacional frente a la percepción de la ciudadanía.

El Coronel Norberto Mujica Jaime, director de la Escuela de Cadetes General Santander, explicó que “las personas capturadas, pertenecientes a la Policía Nacional, representa sólo el 0,38%, ni siquiera el 1%”. Sin embargo, aunque la cifra es muy baja, considera que esas situaciones le hacen “un daño increíble a nivel institucional”.

Para el alto oficial, ese es uno de los principales retos que tiene la institución, además de la adaptación de los oficiales a los nuevos tiempos que se avecinan con el nuevo código de convivencia ciudadana y el posconflicto.

En su cumpleaños 77, la Escuela de Cadetes General Santander “busca formar a policías íntegros con formación altas competencias para asumir las nuevas exigencias en convivencia y seguridad ciudadana”, indica. 

Año tras año la educación, la infraestructura y las políticas han ido cambiando de acuerdo a la situación del país. La escuela cuenta con dos procesos misionales como lo son: investigación y formación; y dos programas académicos: especialista en el servicio de policía y administrador Policial, éste último  con acreditación en alta calidad por Ministerio de Educación Nacional.

Esta necesidad de estar a la vanguardia ha servido para que la Policía de Colombia haya sido referente en Latinoamérica en el trabajo contra el narcotráfico y el terrorismo. “Muchos policías en Latinoamérica nos solicitan espacios para ellos poder mandar gente de sus policías a capacitarse. Tenemos de Panamá, de República Dominicana, de Perú, de Ecuador. Por acá han pasado de Venezuela, de Paraguay, de El Salvador, de Honduras, de Guatemala, de Bolivia, entre otros”, señala Mujica Jaimes.

De la escuela han egresado 15.094 oficiales, 258 de ellos extranjeros. Anualmente egresan de sus aulas entre 250 a 300 futuros subtenientes. En Colombia hay unos 7.000 oficiales, de más 180.000 policías que hay en el país, lo que representa un 4%. El curso de oficial dura tres años y recibe doble titulación en administrador policial, acreditado por el Ministerio de Educación, y subtenientes de la Policía.

Adaptación

El Coronel Norberto Mujica Jaime explicó que los retos que está enfrentado Colombia, han obligado a la dinamización, modernización y adaptación del plan de estudio de la escuela. Por eso han incorporado incluso nuevos términos como mediación policial. “Les estamos inculcando la importancia frente a la intervención que tiene el policía con el ciudadano, porque ese primer encuentro marca un pilar importante en el resto del procedimiento”, indica el director de la escuela.

Uno de los principales cambios es la implementación del pensum, en el que se ha establecido un 30% de teoría y un 70% de práctica. La capacitación tecnológica y el aprovechamiento del uso de las TIC, es otra de las mejores fundamentales en la escuela. “Tenemos un nuevo Centro de Simulación Virtual que nos permite animar los polígonos con los diversos escenarios que van a encontrar nuestros oficiales en la calle”, manifiesta el Coronel Mujica.

Nuevo Código de Convivencia

A raíz de la expedición del Nuevo Código de Policía y Convivencia, en la Escuela de Cadetes General Santander fue creado un Centro de Entrenamiento para el Uso de la Fuerza Policial. “En este lugar los estudiantes van a desarrollar competencias que garantizarán la protección de los derechos humanos, el sistema táctico básico y otros componentes para la formación integral. Junto al centro virtual, nos va a permitir enseñarles que el arma es la última opción del policía en los procedimientos”, explica el director de la escuela.

Sobre la prevención de los ciudadanos con el nuevo código y la percepción de que los agentes ahora tienen más poder y pueden propasarse, el coronel señala que el principal problema está en educar a las personas para que puedan convivir. “Cuando el policía interviene es porque hay una situación o conducta que esté alterando esa convivencia. La indignación de la gente no debe ser porque la pillaron, sino porque está haciendo la acción mal”, expresa el alto oficial.

Por último, lamentó que la ciudadanía tenga una percepción negativa de los uniformados, pero asegura que trabajan diariamente para mejorar esa situación. “Nosotros necesitamos transformarnos y capacitarnos, eso lo venimos haciendo desde el año pasado para afrontar los retos de esta convivencia. Lo que pasa es que tenemos un problema y es que, aunque hagamos 99 cosas buenas, una mala las borra todas”, finalizó Mujica Jaimes.