La noche del pasado 6 de diciembre una tragedia estuvo a punto de ocurrir cuando un plafón se derrumbó en las obras que, según los afectados, adelanta el Hotel Atrium Plaza sobre el sector de la calle 75 entre carreras 43 y 44.

Ese día, a las 7:40 de la noche, Carlos Enrique Charris había parqueado su vehículo en la bahía adecuada durante las recientes obras de canalización del arroyo en dicho sector, para disponerse a participar en el centro de oraciones Nuestro Hogar, ubicado frente al sitio.

Poco después se produjo el derrumbe del plafón "correspondiente a unos locales comerciales que construye dicho hotel sobre su parte posterior".

La estructura de concreto cayó encima del vehículo, un Renault Clio, modelo 98, de placas EUV354. Junto con el plafón al carro también le cayó el capó un aire acondicionado, que a su vez desplazó al vehículo de su lugar de parqueo.

El hecho también puso en riesgo la integridad de transeúntes, especialmente de un indigente que merodea por el sector y el de un celador.

En ese momento, los representantes del Hotel Atrium Plaza “se apersonaron de la situación, procedieron a recoger las evidencias y prometieron responder por todos los daños causados al vehículo”, según relató Carlos Enrique Charris, en compañía de su abogado Guillermo Liñán Rosales y de su hija Cindy Charris.

Fue así como al sitio acudieron unidades del Cuerpo de Bomberos, una ambulancia y una grúa, para remover y hacer desaparecer los escombros, rescatar el vehículo y llevarlo a un taller dispuesto por el hotel, en la calle 65 con carrera 46, barrio Boston.

“En ese momento aseguraban que respondían por todo. Pero al día siguiente ya no había evidencias del hecho en el lugar donde cayó el plafón y entonces los del hotel comenzaron a sacar toda clase de pretextos para no responder por la totalidad de los daños, manifestando que lo sucedido era una ‘culpa compartida’. Por lo cual dijeron que solamente iban a pagar la mitad del valor de los daños. Es decir, $2 millones de los $4 millones que cuestan. Y eso, sin incluir lucro cesante, entre otros”, agregó.

Estas respuestas se las ha entregado a él y su abogado un empleado del hotel identificado como Jair Cardona, quien dijo ser el jefe operativo del mismo.

En el mismo hotel han sido entregadas comunicaciones por parte de los afectados, pero la respuesta sigue siendo la misma.

“Ellos no han dimensionado la tragedia que pudo ocurrir”, aseguran al cuestionar la actitud del hotel de no responder por los daños causados por un hecho exclusivamente de su responsabilidad.

Por ello cuestionaron la situación en que se encuentra la obra, que debería contar con una póliza de responsabilidad civil extracontractual para responder ante terceros por este tipo de situaciones.

“¿Por qué se derrumbó dicho plafón? ¿Existen licencias de construcción? ¿Qué otra estructura del hotel podrían correr el mismo destino?”, cuestionó el abogado Guillermo Liñán Rosales, quien también expresó sorpresa porque esta situación no fue divulgada por las autoridades pertinentes, pese a la tragedia que pudo ocurrir.

“Nosotros sólo queremos que el hotel responda por los daños”, puntualizaron. Mientras tanto, el vehículo permanece en el taller donde fue llevado bajo la responsabilidad del hotel.

Zona Cero se comunicó telefónicamente con Jair Cardona, mencionado por los afectados como la persona que ha estado al frente de la situación, en representación del Hotel Atrium Plaza y quien, según el operador del mismo en ese momento se encontraba “visitando las obras a la vuelta”

Cardona sostiene que sí ha dialogado con los afectados, pero asegura que “las obras no son del hotel”. Tampoco explicó la razón por la cual si las obras no son del hotel, entonces por qué se comprometieron en la reparación de los daños del vehículo.

Al final, Jair Cardona no quiso entrar en más detalles sobre este grave hecho, con respuestas evasivas.