Obispos del Caribe llaman a autoridades y ciudadanos en la Costa a “reconciliarse con el agua”
Y frenar la contaminación de los cuerpos de agua.
Nueve obispos del Caribe colombiano, en un acto de reconciliación frente al Río Magdalena hicieron un llamado este viernes a autoridades y ciudadanía en la región para salvar los cuerpos de agua.
En la ceremonia que se cumplió en el Camellón del Río, estuvieron el arzobispo de Barranquilla, monseñor Jairo Jaramillo Monsalve; y los obispos de Apartadó, Hugo Alberto Torres; Héctor Ignacio Salah, obispo de Riohacha; José Clavijo, obispo de Sincelejo; Luis Gabriel Ramírez, obispo de El Banco, Magdalena; Luis José Rueda, obispo de Montelíbano, Córdoba y Óscar Vélez, obispo de Valledupar.
Los religiosos reclamaron, además de la descontaminación del Río, un trato adecuado de las aguas residuales.
Monseñor Jairo Jaramillo, Arzobispo de Barranquilla, dijo que la ceremonia frente al Río fue “un acto de reconciliación con la naturaleza, con el agua y un bendecir al señor por el regalo del agua”. “Un agua que tenemos que cuidar. En el país, a todo el mundo nos hace falta tomar mucha conciencia de lo que significa la riqueza del agua”, indicó.
Se cuestionó en un documento final que por muchos años el Río Magdalena solo haya recibido basura, detergentes, gasolina, aceites, gases y humo.
Según Monseñor Jairo Jaramillo, “somos el cuarto país rico en agua y estamos acabando con ella, estamos contaminando, la vida, los pescaditos, todos, la alimentación de las comunidades que viven a orilla de los ríos, los pescaditos”.
En un aparte del documento se pidió frenar la contaminación de los cuerpos de agua con la minería legal e ilegal.
Monseñor Hugo Alberto Torres, Obispo de Apartadó, dijo que en su jurisdicción, en donde está la desembocadura del Río Atrato, “según el decir de la gente ya no hay pescado, y que el río ya baja muy envenenado”. “En los afluentes, la minería ilegal hace presencia con las grandes dragas, hace efecto no solo con el envenenamiento del río sino también la erosión”.
Un pronunciamiento similar hizo Monseñor Luis José Rueda, Obispo de Montelíbano. “El tema de la minería sea legal o ilegal tiene un impacto sobre el agua, en el ciclo de la pesca tiene muchas repercusiones”, afirmó.
Sostuvo que “toda Colombia por irresponsabilidad de concesiones que ha dado el Estado tiene un problema de contaminación. Y no solamente Cordoba y el Caribe”.
Según la Iglesia, en el sur de Bolívar, Córdoba, el bajo Cauca, el Cesar y La Guajira, reportan la mayor contaminación con tóxicos y metales pesados producidos por la minería extractiva sin control.