Mujer denuncia que concejal “le agarró un seno” para cobrarle una deuda
El conflicto por la deuda será llevado a las autoridades.
Una grave denuncia hizo este sábado una mujer en El Banco, Magdalena, quien acusa a un concejal del municipio de haberle tocado un seno e insultarla en un lugar público del municipio a la vista de muchas personas.
La víctima de este caso que parece ser de acoso sexual, fue Leonor Cárdenas Sánchez quien en diálogo con Seguimiento.co, contó los detalles de los hechos sucedidos este viernes en horas de la tarde en las afueras de su local comercial.
“Este primero diciembre a las 3:20 p.m., cuando me disponía a entrar a mi establecimiento que se llama ‘Fleco Boutique’, antes de abrir la puerta, siento que una persona viene y me agarra mi seno izquierdo. Cuando eso pasa y me gira de manera brusca, yo miro y era Francisco Salazar Amaris, conocido en El Banco como ‘Chico’, Concejal del municipio”, relató.
Cárdenas Sánchez, aseguró que al quedar de frente a su agresor este le dijo “pícara, ¿qué voy a hacer con su letra?". Fue allí cuando el hombre la tocó. "Cuando él me expresa eso y lo que me hizo antes de tocar mi seno, yo me transformé totalmente. Fue un momento difícil y mi reacción fue decirle: "toma esa letra y mira a ver por dónde te la metes".
Entonces él comienza a decirme que mi esposo y yo se la íbamos pagar que éramos unas pícaros que ni siquiera en el local donde estoy pago arriendo. Se me lanzó a pegarme; cuando esto pasa, yo le digo: "¿me quieres pegar?, pégame". Y él me responde diciendo: "¿tú qué crees? que porque eres mujer no te puedo pegar. ¡Te voy a levantar a cachetadas!", y le dije: "hazlo que no te tengo miedo". Como vio que no le demostré miedo, corrió pocos metros al frente y desde ahí me gritaba, me maltratarme verbalmente, ridiculizándome, dañando mi buen nombre y mi imagen”.
En medio de la discusión apreció un sobrino de la mujer, quien la entró al local y evitó que siguiera el ‘escándalo’ en plena calle.
Luego de la vergonzosa situación, la mujer se dirigió hasta la estación de Policía a colocar el respectivo denuncio, pero no fue posible. Según ella, la mandaron a la Fiscalía, pero allá también le denegaron el derecho a denunciar.
Solo hasta este sábado en horas de la mañana, Cárdenas Sánchez pudo realizar en la Estación de Policía municipal la denuncia, pero hasta la publicación de esta información la incertidumbre sigue, puesto que, según la víctima, no ha sido posible recibir el radicado de dicha denuncia porque no hay sistema.
“Yo veo con mucha preocupación que me sigan diciendo lo del sistema. He ido varias veces y nada, esto lo quiero dejar claro porque me genera muchas duda y pido que me entreguen mi denuncia, porque esto no se puede quedar así. Hoy fue a mi, mañana puede ser otra mujer, porque este hombre está acostumbrado a hacerle este tipo de cosas a las damas”, recalcó.
La mujer argumentó que existe un audio que prueba que él si acepta que la tocó.
“Cuando mi esposo lo llamó a reclamarle, él en medio de la discusión, le dijo que le puede tocar las veces que quisiera”, dijo.
Las causas de la agresión
Leonor Cárdenas Sánchez le contó a este medio digital que la rabia del concejal contra ella y su familia, se debe a un negocio que hizo con su esposo en el año 2016, en el que al parecer Francisco Salazar Amaris habría abusado de la confianza y la buena fe del hombre.
“Él hacía negocios con mi esposo, el último fue un pacto de retroventa donde se le hipotecó un local comercial que era de mi prioridad, lo hicieron en la Notaria de El Banco, por un valor de 106 millones pesos, porque no se puede hacer por un valor menor al avalúo catastral del inmueble, pero realmente lo que él nos prestó fueron 80 millones de pesos”, relató.
Así mismo, informó que hubo un retraso en la cancelación de unos intereses, de lo cual Salazar Amaris se habría aprovechado para insultar y exigir el pago no de los 80 millones, sino de los 106 firmados en el documento, más los intereses.
“Al conocer las intenciones, lo que hicimos fue conseguirle su dinero y dárselo antes de la fecha de vencimiento de la retroventa que era en noviembre, pero él no aceptó. Dijo que teníamos que darle aparte de los 106 millones, una cantidad de intereses injusto, pero mi esposo por el afán de recuperar el local, aceptó la exigencia de una letra en blanco que él pidió como requisito para acabar el otro negocio, la firmamos y eso es lo que él está reclamando, pero es una deuda que no existe”, detalló.