Mientras Biden hablaba de prohibir armas, se formó un tiroteo en un cementerio
Hombre armado disparó contra familiares de una persona que era sepultada en un cementerio de Milwaukee.
La peligrosa racha de tiroteos indiscriminados con víctimas inocentes continúa aumentando en Estados Unidos.
En esta oportunidad, este jueves el escenario fue un cementerio de Milwaukee, en donde por lo menos cinco personas resultaron heridas.
De acuerdo con las versiones preliminares, un hombre no identificado llegó al lugar y comenzó a disparar contra los familiares de una persona que era sepultada en el cementerio de Graceland, luego de ser abatido por la Policía.
Coincidencialmente, el hecho se produjo en momentos en que el Presidente Joe Biden
pidió este jueves en un discurso a la Nación que se prohíban las armas de asalto y los cargadores de alta capacidad, mientras el país sigue traumatizado por la reciente masacre de Uvalde (Texas) en la que murieron 19 niños y legisladores de ambos partidos discuten sobre el control de armas de fuego.
"Necesitamos prohibir las armas de asalto y los cargadores de alta capacidad. Y, si no podemos prohibir las armas de asalto, deberíamos aumentar la edad para comprarlas de 18 a 21 años", dijo Biden en una intervención pronunciada en horario de máxima audiencia a las 19.30 hora local (23.30 GMT).
En un discurso de cerca de 20 minutos en el que repitió una y otra vez "es suficiente", Biden lanzó una serie de peticiones a los legisladores para que tomen medidas concretas para el control de las armas en el país, después de los recientes tiroteos de Uvalde, Búfalo (Nueva York) y Tulsa (Oklahoma).
En concreto, solicitó que también se refuerce la verificación de antecedentes de los potenciales compradores, que se aplique la ley para garantizar el almacenamiento seguro de las armas y que se "derogue la inmunidad que protege a los fabricantes de armas".
"¿Cuántas carnicerías más estamos dispuestos a aceptar? ¿Cuántas más vidas de estadounidenses inocentes deben ser arrebatadas antes de que digamos basta?", subrayó en un discurso que, por momentos, se tornó emotivo.
Según Biden, los supervivientes de las masacres tienen un mensaje para los políticos: "Hagan algo, solo hagan algo, por el amor de Dios, hagan algo, porque después de Columbine, después de Sandy Hook, después de Charleston, después de Orlando, después de Las Vegas (...) no se ha hecho nada", dijo Biden en referencia a las principales matanzas que en los últimos años han golpeado el país.
Situado en el extremo de una alfombra roja y un pasillo formado por 56 velas encendidas para representar las víctimas de tiroteos de los estados y territorios de Estados Unidos, Biden insistió en que la segunda enmienda de la constitución estadounidense, sobre el derecho a la posesión de armas, "como todos los demás derechos, no es absoluta".
"No se trata de arrebatarle los derechos a nadie. Se trata de proteger a los niños, de proteger a las familias. Se trata de proteger a comunidades enteras. Se trata de proteger nuestra libertad para ir a la escuela, a una tienda de comestibles, a una iglesia" sin ser asesinado a tiros, dijo Biden.
Su intervención coincide con las conversaciones en las que desde la semana pasada participa un grupo de nueve senadores republicanos y demócratas para tratar de acordar medidas de control de armas de fuego que puedan recibir el apoyo de legisladores de ambos partidos.
Las medidas serían mucho más modestas que la prohibición de armas de asalto que defienden la mayoría de demócratas, incluido Biden, y se centrarían en reforzar la seguridad en las escuelas y financiar programas de salud mental, ambos requisitos de los republicanos.
También buscarían expandir la comprobación de antecedentes para poder comprar armas de fuego y dar incentivos a los estados para que aprueben leyes que permitan a las autoridades confiscar las armas de individuos considerados peligrosos.
Precisamente, este jueves el Comité Judicial de la Cámara de Representantes —la Cámara Baja del Congreso— se encuentra debatiendo una serie de medidas de control de armamento, recogidas bajo el título de Acta para la Protección de Nuestros Hijos.
Las medidas buscan introducir una limitación de diez balas por cargador, aumentar la edad mínima para comprar un fusil semiautomático de los 18 a los 21 años, y dar incentivos a los estados para aprobar leyes de confiscación de armas.
También buscan limitar el uso de "armas fantasma", que pueden comprarse por partes en internet y después montarse en casa, con lo que son imposibles de rastrear ya que no tienen número de serie.
El debate sobre la medida ha visto a la mayoría de representantes republicanos condenar cualquier intento por limitar la capacidad de los estadounidenses de comprar armas de fuego, muchas veces repitiendo el típico mensaje conservador de que "lo único que detiene a un tipo malo con un arma es un tipo bueno con un arma".
Está previsto que la totalidad de la Cámara de Representantes, donde los demócratas tienen la mayoría, debata este paquete de medidas la semana que viene.
Con apoyo informativo de EFE