Profundo dolor ha generado en la comunidad médica de Barranquilla el asesinato del doctor Roberto Vásquez Camargo, de 88 años, y su esposa Porfilia Isabel Escorcia Villalba, de 80, quienes fueron hallados sin vida en su residencia en el norte de la ciudad. 

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El hecho, que es materia de investigación por parte de las autoridades, ha sido catalogado como una pérdida para el sector salud y la sociedad.

Vásquez Camargo era un reconocido médico Epidemiólogo y Salubrista Público, pionero en la atención de personas que viven con VIH en el país, especialmente en la región Caribe.

El doctor Jesús Tapia, médico Infectólogo y amigo cercano de Vásquez, lamentó profundamente lo ocurrido y recordó con emotivas palabras el legado de su colega.

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“La verdad es muy triste porque el doctor Roberto Vásquez era un médico, aparte de ser colega, era amigo. Compartimos muchas instancias en la atención de pacientes. En algunos trabajos laboramos juntos y, de verdad, esto ha sido un golpe muy duro.”

Tapia también destacó que en 2024, durante el Congreso Infecto Caribe, se le rindió un homenaje en vida a Vásquez Camargo por su invaluable aporte a la medicina y su dedicación a la atención de pacientes con VIH.

“Era muy querido en La Guajira, tenía una gran afinidad con el pueblo wayúu. Por muchos años viajó constantemente a Riohacha para atender pacientes. Fue mi profesor en la universidad, y siempre me decía: ‘Bendito el alumno que supera al maestro”, precisó el Infectólogo Tapia. 

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El crimen ha causado indignación en diversos sectores, que exigen a las autoridades esclarecer los hechos y garantizar que el doble homicidio no quede impune.

“Es muy triste lo que estamos viviendo. Las autoridades deben hacer su trabajo y lograr establecer qué fue lo que realmente pasó con esta situación. Es una gran pérdida para la sociedad y para la comunidad médica”, puntualizó Tapia.