El presidente Ejecutivo de Fedepalma, Nicolás Pérez Marulanda, advirtió este martes que el sector de la palmicultura requiere, de manera urgente, de un relevo generacional que contribuya a una mayor producción de la palma de aceite y una garantía de seguir desarrollando esta actividad en el país.

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Sostuvo que uno de los desafíos por los que atraviesa el sector palmero en Colombia es precisamente el decrecimiento demográfico y el envejecimiento poblacional. Indicó que más del 50% de los 8.200 palmicultores del país tiene más de 55 años, mientras que las cifras de los trabajadores jóvenes, entre 2016 y 2023, disminuyó.

“Esto evidencia una tendencia que requiere atención urgente”, enfatizó Pérez Marulanda, quien agregó que se debería replantear también el concepto de fuerza laboral para aprovechar mejor el capital humano disponible.

Por otro lado, el directivo —durante la 21ª Conferencia Internacional sobre Palma de Aceite, en Cartagena—expuso que la urbanización también está marcando una afectación en el sector.

Manifestó que, según datos de Naciones Unidas, más del 55% de la población mundial vive en ciudades y para 2050 será el 68%, es decir 2 de cada 3 personas.

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Para el caso de América Latina las cifras no son muy alentadoras. Refirió que 8 de cada 10 habitantes son urbanos, siendo esta una de las regiones en vías de desarrollo la más urbanizada.

“Esto plantea desafíos adicionales para mantener vitalidad en el campo. Necesitamos atraer a las nuevas generaciones, hacer de la agricultura moderna una opción de vida viable y próspera, y respaldarnos en la innovación y la tecnología para responder a la demanda global creciente con recursos laborales cada vez más escasos”, afirmó el presidente de Fedepalma.

El envejecimiento no es un tema que solo está afectando a la población dedicada a la palmicultura, sino también a los cultivos de palma.

De acuerdo con Nicolás Pérez Marulanda, el envejecimiento de las palmas amenaza la productividad futura.

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Señaló que cerca de 300 mil hectáreas cumplirán más de 25 años en la próxima década, afectando en gran medida a los productores de pequeña escala debido a la falta de incentivos para renovar y la falta de recursos en momentos de dificultad.

Para superar esta situación, el directivo de Fedepalma sostuvo que se debe promover la educación financiera, la visión empresarial y la planificación a largo plazo.

“La renovación de palmas no es solo una necesidad técnica, es una decisión estratégica. Cada año que pasa sin renovar, estamos sembrando una crisis futura que afectará la sostenibilidad del sector. Este es un reto que no podemos ignorar, pues pone en riesgo la estabilidad de toda la industria, así como la provisión de alimentos y energía para la humanidad”, dijo.

Precisó que en 2 a 3 años se deberá renovar la mitad de los cultivos de palma, cerca de 65 mil hectáreas que podrían estar afectadas a nivel sanitario o por su ciclo productivo.

“Debemos encontrar mecanismos que permitan financiar adecuadamente las inversiones requeridas para mantener una palmicultura joven y productiva”, apuntó.

La tecnología como pieza fundamental para el relevo generacional

El presidente de Fedepalma aseguró que desde la agremiación se vienen adelantando acciones para hacer frente al desafío del envejecimiento poblacional en el sector en cuanto al relevo de los palmicultores y los empleados de la industria.

En el caso de los palmicultores, aseguró que desde las familias se está promoviendo la inclusión de las generaciones jóvenes: hijos, sobrinos y nietos, con actividades a temprana edad.

“Es fundamental que esta experiencia sea lúdica, para que los jóvenes no asocien las actividades relacionadas con la palma como algo aburrido. La herramienta clave que tenemos para atraer y retener a la gente joven en la palmicultura es la implementación de tecnología. Hoy en día, los jóvenes desean utilizar herramientas tecnológicas, como teléfonos inteligentes y drones. Esta es una oportunidad de oro para nosotros, ya que para los jóvenes es natural interactuar con la tecnología”, anotó.

Pérez Marulanda sostuvo que la tecnología es una pieza fundamental para que se dé ese cambio generacional que requiere el sector palmicultor.

“Hemos logrado que cada vez más miembros de las familias productoras de palma traigan nuevas herramientas a las fincas y empresas palmeras. Esto no solo ayuda a resolver algunos de los problemas que enfrentan, sino que también garantiza la continuidad del sector”, agregó.

En el caso de los trabajadores de la industria, Pérez aseguró que la gente joven enfrenta problemas de conectividad en las zonas palmeras, por lo que desde las empresas se han venido realizando inversiones significativas para proporcionar de internet a los empleados con alternativas de conexión satelital.

“Esto facilita que las personas que migran hacia las ciudades o trabajan en la industria de la palma mantengan comunicación con sus familias y se mantengan entretenidas fuera de los horarios laborales. Además, hemos implementado tecnología en el propio cultivo, lo que optimiza el trabajo de las personas. Considero que la tecnología es la pieza central de este relevo generacional”, finalizó.