n joven entrega un arma en el marco del programa "Armas Por Oportunidades".
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EFE

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Más de 40 pandilleros entregan armas en Colombia y comprometen a reinsertarse

En Cali, con apoyo de la Policía y de la Alcaldía.

Más de 40 pandilleros de la ciudad colombiana de Cali entregaron hoy sus armas a la Alcaldía de la ciudad y a la Policía como parte de su compromiso de dejar atrás la violencia e iniciar una nueva vida lejos de la criminalidad, informaron fuentes oficiales.

"Vale la pena cambiar por una nueva vida. Les agradezco en nombre de Cali que hayan entregado sus armas", dijo el alcalde de la ciudad, Maurice Armitage, citado en la cuenta de Twitter de su despacho.

Según indicó la Policía Metropolitana de Cali en un comunicado, esta es la entrega voluntaria de armas de integrantes de pandillas "más grande realizada hasta ahora en la ciudad", pues registró 40 armas entre las que se cuentan pistolas, granadas y fusiles.

Los jóvenes que entregaron las armas hacen parte del proyecto de Tratamiento Integral de Pandillas (TIP) de la Alcaldía de Cali, cuyo objetivo es brindar un nuevo horizonte de vida a cerca de 1.200 jóvenes pertenecientes a pandillas de sectores vulnerables de la ciudad.

"A uno en la vida se le presentan oportunidades y que hayan entregado sus armas es un nuevo renacer", agregó Armitage.

La apuesta del alcalde con este programa consiste en "generar ingresos y oportunidades para recuperar jóvenes de sectores vulnerables".

Como resultado de esta estrategia, aproximadamente 190 expandilleros han dejado atrás la violencia y unos 120 jóvenes han sido vinculados a la educación formal.

Asimismo, la Alcaldía informó que los homicidios relacionados con pandillas en Cali se redujeron en un 54 % en el último año gracias al trabajo social con los jóvenes de la ciudad.

En 2016, más de 500 jóvenes en alto riesgo entregaron sus armas gracias al programa de TIP, que es implementado por la Alcaldía de Cali a través de la Secretaría de Seguridad y Justicia de la ciudad, la Policía Metropolitana y el Instituto Cisalva de la Universidad del Valle.

EFE

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