“Lucha frontal contra la corrupción y agilización de trámites”, anuncia nuevo director del Invima
Propone “más agilidad en los trámites y servicios”.
Una lucha frontal contra la corrupción y más agilidad en los trámites y servicios, hace parte de los principales propósitos del nuevo director general del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima), Julio César Aldana Bula.
Así lo explicó este jueves ante los medios de comunicación del país, a los cuales les presentó varios de sus retos y propósitos como Director de la entidad, luego de su posesión el pasado miércoles ante el Presidente de la República, Iván Duque.
La propuesta de Aldana Bula, es que el Instituto sea una entidad ágil, eficiente, transparente y amable con el empresario. “Con procedimientos, con tecnología y digitalización vamos a liderar una lucha frontal contra la corrupción. Vamos a tratar de disminuir ese contacto que tiene hoy el usuario con el funcionario de turno”.
Así mismo, hizo énfasis en la importancia de la agilización de trámites como el de registro sanitario especialmente, pero siempre con todo el rigor técnico y científico, y agregó, “seguiremos vigilando, inspeccionando y controlando los productos que son objeto de nuestra competencia para que los productos que lleguen a los hogares colombianos sean seguros”.
Otro de los temas que llamó la atención del Director General es el fenómeno de la venta de productos milagrosos. “Este tipo de productos prometen hasta pagar la deuda pública. Es Imposible tener un funcionario público en cada esquina, en cada ciudad, en cada droguería. Entonces hacemos un llamado a la responsabilidad ciudadana, por favor no adquieran productos milagrosos que ponen en riesgo su salud”.
También resaltó el papel de los medios de comunicación en ayudar a que los consumidores no se dejen engañar por productos milagrosos y adquieran nuevos hábitos de consumo responsable.
El nuevo Director aprovechó para dar un reconocimiento a sus antecesores por la labor realizada en proteger y promover la salud de los colombianos como un bien jurídico sagrado