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Angie Paola Ortega Palma (Q.E.P.D.).
Angie Paola Ortega Palma (Q.E.P.D.).
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Los siete años de impunidad del atroz crimen de la niña Angie Paola en Baranoa

Uno de capturados murió quemado en el incendio de la Cárcel Modelo y el otro fue dejado en libertad.

El manto de la impunidad es el que cubre el atroz asesinato de la niña Angie Paola Ortega Palma, ocurrido hace siete años en el municipio de Baranoa.

A sus 9 años de edad cursaba el 4 grado en la IE Pedro A. Oñoro, destacándose por su rendimiento académico y compañerismo.

Angie Paola había salido del colegio a casa de su abuela a las 2 de la tarde del 28 de mayo de 2012, para luego dirigirse a su lugar de residencia ubicada en el barrio Primero de Mayo de Baranoa.

Desde entonces no se supo más de ella.

Su desaparición produjo la solidaridad de la población, el departamento y el país, en procura de la búsqueda.

Sin embargo, las horas fueron transcurriendo, mientras la desesperación y angustia sobre su suerte y paradero también crecían.

El clamor ciudadano fue generalizado exigiéndole a las autoridades una contundente respuesta para ubicar su paradero, sana y salva.

Esto condujo inicialmente a las autoridades a ofrecer una recompensa inicial de 5 millones de pesos para quien suministrara información que permitiera ubicar su paradero.

No obstante, los días pasaban y los resultados eran cada vez más infructuosos. De la misma manera, el monto de la pírrica recompensa generaba fuertes críticas y también crecía la angustia al no contar ninguna información sobre el paradero de Angie Paola.

Esta situación originó reacciones en las redes sociales.

“Yo soy Angie Paola Ortega salí de donde mi abuela y nunca mas regrese, con tan solo 9 años de edad padecí de la barbarie. Fui desaparecida violentada asesinada y mis restos incinerados. A fecha de hoy tuviera 15 años de edad,viviendo mi adolescencia. Lo que me sucedió esta Impune para la Justicia. Y mi municipio Baranoa esta con un pedófilo y asesino libre. Adultos estén vigilantes a cuidar a los niños y niñas. Nosotros no conocemos la maldad”, escribió su amiga Alexandra Buitrago Calle el 4 de octubre de 2018.

“Baranoa siempre recordará a la pequeña Angie Paola, impunidad, injusticia ...si Angie hubiese sido hija de alguien con poder estaría viva? Los culpables de la infamia estarían? La recompensa hubiese sido otra? Desigualdad, rabia, tristeza, impotencia”, remató.

Entre tanto, Dayana María Misas Ortega, manifestó: “Estoy de acuerdo a estas alturas, la recompensa ya debió subir y alguna noticia se debió tener de Angie. Soy madre y el grito en común debe ser ¡Encuentrenla!”.

Afiche de recompensa y Angie Paola con el un uniforme estudiantil

Dayana escribió en su muro de Facebook un mensaje conmovedor, poniendo en primera persona a Angie Paola: “Si yo hubiera sido hija de algún político o alguna persona de dinero, ya hubieran movido cielo y tierra y aumentarían la recompensa para encontrarme, pero como soy hija de personas humildes, ya Colombia me olvidó que aún sigo desaparecida”.

Y lo dijeron con toda razón pues para la misma época el Gobierno Nacional ofreció, sin pensarlo dos veces, $30 millones para facilitar el paradero de Eduardo Vives Lacouture y $100 millones por Ángel Maya Daza, alias ‘Kiri’, hermano del entonces Contralor General Edgardo Maya Villazón y quien había sido condenado por paramilitarismo y saqueo en el Hospital Rosario Pumarejo de Valledupar.

Increíble la diferencia entre uno y otros casos, tratándose el primero de una indefensa y humilde menor de edad. Quizás prevalece, en esas circunstancias, los padrinazgos políticos o favores por financiación de las campañas “subterráneas”, que no son a espaldas de nadie. Y así, los altos mandos abrazan y celebran con el “elefante de turno”.

Con la discriminación estatal de por medio, la incertidumbre sobre la suerte de Angie Paola duró exactamente 5 meses y 3 días, hasta que en la zona rural de Baranoa fueron hallados unos restos mortales que coincidían con los de la niña.

Fue exactamente el 28 de octubre de 2012.

“El grupo de Genética del C.T.I logró establecer con una probabilidad del 99.99% la plena identidad del cadáver encontrado en la Finca Los Mangos, Jurisdicción de Baranoa, el cual corresponde a la niña Angie Paola Ortega Palma, desaparecida el día 28 de mayo de 2012 en dicho municipio. El Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses Regional Norte, determinó que la víctima fallece de manera violenta, homicida y su causa de muerte de acuerdo a los hallazgos obedece a un trauma contundente en tórax que por sí mismo explicaría su muerte. No se excluye delito sexual”, señalaron las autoridades en su oportunidad.

Esta situación también dejó en entredicho a los organismos de seguridad que supuestamente estaban al frente del caso. 

La realidad mostró que a Angie Paola siempre la mantuvieron en el municipio de Baranoa, al extremo que sus restos mortales fueron hallados a 2 kilómetros en zona rural.

Esto indica que Angie Paola o sus restos mortales siempre estuvieron frente a las narices del “ejército de investigadores”, dando pie a que los responsables huyeran del pueblo. No hay explicación para eso.

Pero la incertidumbre, el dolor y la angustia no terminó en ese momento, porque transcurrieron otros 39 días para proceder a sepultar a Angie, el 6 de diciembre de 2012, mientras terminaban todos los protocolos del caso.

Y si el desenlace de lo ocurrido con la niña fue fatal, peor aún han sido los resultados para establecer los verdaderos responsables materiales e intelectuales y causas del atroz crimen.

El 9 de febrero de 2013 fueron capturadas dos personas como supuestas responsables.

Fueron ellos Juan Carlos Jiménez Torres, de 44 años, y Yesid Alberto Lafaurie Pérez, de 30 años.

Sepelio de Angie Paola.

El operativo de captura fue realizado luego que Sandry Patricia González Campo, compañera sentimental de Jiménez Torres y nuera de Lafaurie Pérez, los denunció, asegurando “haber escuchado” una conversación entre ellos donde confesaban haber cometido el crimen de Angie Paola. Juan Carlos Jiménez era el padrastro de la hija de Sandry González que a su vez era compañera de Lafaurie.

Tras la captura, fueron judicializados y Yesid Lafaurie fue remitido inicialmente a la Penitenciaría de El Bosque y luego a la Cárcel Modelo. Por su parte, Juan Carlos Jiménez fue remitido de inmediato a la Cárcel Modelo.

Cuando se pensaba que el caso iba en vías de esclarecerse, vino lo peor y lo más indignante.

Juan Carlos Jiménez, marido de Sandry Patricia González Campo, murió luego del incendio registrado en la Cárcel Modelo el 27 de enero de 2014. Sufrió quemaduras en el 50% de su cuerpo que le produjeron su deceso.

El proceso continuó con dilaciones de la justicia, incluyendo el cambio de fiscales, hasta que Sandry González se retractó de la denuncia asegurando que lo dicho por ella fue en venganza contra su marido porque pensaba que su yerno, Yesid Lafaurie, era cómplice en las relaciones que aquel tenía con otra mujer.

Realmente, fue una venganza mortal de celos que llevó a la tumba a su propio marido.

De esta manera, Yesid Lafaurie quedó absuelto el 3 de octubre de 2017 y con ello la impunidad total frente al caso.

En medio de todo esto quedan interrogantes por resolver, por parte de la justicia. 

¿Por qué Sandry González nunca fue investigada y judicializada por falso testimonio?

¿Quién o quiénes fueron los reales autores intelectuales y materiales del atroz crimen?

¿Cuáles fueron los motivos reales del execrable hecho?

¿Seguirá la impunidad?

Amanecerá y veremos dijo el ciego. Y se quedó así.

 

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