El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos.
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Hansel Vásquez.

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“Lo que firmamos hoy es más que un acuerdo: es una declaración de no más guerra”

El presidente dijo que Gabo debe estar feliz porque Colombia alcanzó “una segunda oportunidad sobre la tierra”.

El Presidente Juan Manuel Santos, inició su discurso de paz “saludando a las víctimas que han sido el centro del proceso de paz”.

“Hemos vivido, hemos sufrido por 52 años de un conflicto armado entre hijos de una misma Nación, pero voy más allá, son casi 70 años e violencia política desde el magnicidio de Galán, cuando nos enfrentábamos siguiendo una bandera roja y azul. Ahora al firmar decimos que ha sido un surco de dolores de víctimas, de muerte, pero hemos logrado levantaron para decir que el bien germina ya”.

“Hoy Colombia y la comunidad internacional representada por sus más altos dignatarios saluda la paz como una gran noticia en un mundo convulsionado por el terrorismo y que bueno dar esa noticia desde Cartagena, la ciudad que vio a San Pedro Claver, la ciudad que hoy congrega a visitantes para admirar su belleza y su historia”, apostilló el mandatario.

Santos recordó que “Cartagena fue reconocida por resistir el asedio y ganó el apelativo de ciudad Heroica, a partir de ahora será recordada por el lugar donde se firmó el acuerdo y será también la ciudad de la paz”. 

“Gabo debe estar feliz” porque Colombia “alcanza una segunda oportunidad sobre la tierra”, añadió. “Lo que firmamos hoy, luego de las negociaciones serias y discretas es algo más que un acuerdo entre Gobierno y guerrilla. Esto es una declaración del pueblo ante el mundo de que nos cansamos de la guerra, decimos fuerte y claro: no más guerra”.

El presidente no desaprovechó la oportunidad para instar a los colombianos a votar por el ‘Sí’ en el plebiscito que se celebrará el próximo 2 de octubre.

“Con su voto podremos dejar atrás un pasado triste y abrirle la puerta a un futuro mejor”, aseguró.

Finalizó su discurso diciendo a los colombiano que “cesó la horrible noche. Cesó la horrible noche de violencia y llega el día de las promesas”.

“Hoy los invito a todos,  los jóvenes y adultos, a los escépticos y entusiastas que abramos los ojos al nuevo día, que abramos nuestros corazones al sol brillante, al mar de la paz, al amanecer de la vida”, puntualizó

 

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