Aún conmocionada y viendo su vehículo entre las varillas retorcidas de la canalización del arroyo La Felicidad, a la altura del barrio Los Andes, la profesora Mariela Saenz, da gracias a Dios porque solo son daños materiales.

La docente del Colegio Barranquilla estaba en la IPS Mediesp, en donde brindan atención a los profesores y allí se la cogió el aguacero de la tarde del jueves.

“Al salir le presté un paragua a uno de los muchachos para ir hasta el carro, pero cuando llegué hasta la esquina de 26 con 57 ya el carro venía dando tumbos en el arroyo”, dijo Mariela.

Dijo que sintió “mucho miedo, temblé, yo sola, mis hijas no habían llegado. Yo sola estaba porque estaba en una cita médica. De todos modos le doy gracias a Dios porque estoy viva. Porque hubiese sido fatal que yo estuviera ahí dentro".

Impotente doña Mariela vio cómo a su vehículo se lo llevaba el arroyo y quedó “atorado” entre las varillas.