Por José Granados Fernández
Twitter: @JoseGranadosF

En un proceso secreto, en el que han evitado la exposición pública para un “relevo expedito y ágil”, la emproblemada Universidad Autónoma del Caribe se prepara para escoger nuevo rector, en remplazo de María Victoria Mejía Orozco, a quien ayer se le venció el nombramiento ordenado por el Ministerio de Educación Nacional, MEN.

De acuerdo con lo establecido en el Acuerdo 001 del 30 de marzo, expedido por el Consejo Superior, máximo órgano de gobierno creado a través de los nuevos estatutos aprobados de manera exprés por decisión ministerial, el pasado viernes venció el periodo de postulaciones que muy pocos conocieron.

El Consejo Superior es presidido por Víctor Armenta Del Gordo, quien se mantuvo en la Sala General pese a que el Ministerio de Educación lo retiró de la Rectoría por no cumplir sus funciones y dificultar la implementación de las medidas y órdenes impartidas a raíz de la vigilancia ministerial; en ese cargo fue impuesto por el ex rector Ramsés Vargas cuando este renunció, en marzo de 2018, en medio del escándalo de los manejos administrativos y financieros que investiga la justicia.

Además de Armenta, el Consejo Superior lo integran Mauricio Molinares Cañavera, rector de la Universidad Libre; Carlos De la Rosa Manotas, gremial cercano a la Cámara de Comercio; José Luque González, director en Barranquilla de la Unidad especial de servicios penitenciarios y carcelarios; Manuel Acevedo Jaramillo, presidente de Icetex; María Catalina Ucrós Gómez, secretaria de Educación Departamental; Felipe González Quintero, representante estudiantil, y Gustavo Rodríguez Albor, decano de la Facultad de Ciencias Administrativas, Económicas y Contables.

El MEN no nombró representantes de los profesores ni de los egresados, como lo establecen los estatutos.

El Acuerdo 001 estableció que las postulaciones las harían los consejeros. Como la elección se logra con 5 votos, trascendió que, inicialmente, un grupo se había alineado y montó un tinglado para elegir al docente y abogado Julio Henríquez, cercano a la ex rectora Claudia Dacunha, afín a entidades como la Cámara de Comercio.

“A algunos buenos profesionales que tiene el perfil para rector y quisieron postularse les dijeron que no lo hicieran porque la elección estaba cantada en favor de Henríquez”, reveló una fuente a Emisora Atlántico y Zona Cero.com.

Sin embargo, dos postulaciones surgidas en medio del secreto imperante obligaron a barajar otros nombres. La consejera Catalina Ucrós postuló al docente y periodista Alberto Martínez, mientras que Manuel Acevedo presentó la hoja de vida del también docente y abogado Miller Soto.

“Visto así, las señales indicarían que la administración departamental postula a Martínez, al tiempo que el Gobierno Nacional le hace el guiño a Soto”, comentó otra fuente.

A Henríquez terminó postulándolo De la Rosa, al parecer con el apoyo de Armenta. Trascendió que también habría sido inscrito el nombre del odontólogo y docente Carlos López Betancourt.

“Ojalá que Armenta deje tanta escondedera y dé a conocer la lista de postulados”, indicaron fuentes sindicales.

Tres consejeros que estudiarán las hojas de vida entregarán el 22 de abril los certificados de cumplimiento de requisitos y el 24 serán las entrevistas. Ese mismo día el Consejo Superior hará la elección.

Es incierto saber quién será ungido, lo único seguro que se conoce de antemano es que el nuevo rector deberá enfrentarse, en particular, a dos escenarios muy complicados.

El primero es que ya no contará con las medidas cautelares que dictó el Ministerio para proteger a la Autónoma de los requerimientos millonarios de sus acreedores, particulares e instituciones financieros, ante quienes debe responder por la hipoteca de los edificios del complejo académico en la carrera 46 y de sedes alternas, bienes que puede terminar perdiendo definitivamente.

¿Cuánto les debe la Autónoma a los bancos?, es la gran pregunta que tiene que ver con el segundo escenario relacionado con la significativa caída del número de matriculados en medio de tantos escándalos. De más de 12.000 alumnos, en la época de la primera crisis que surgió con los líos penales y judiciales de la condenada ex rectora Silvia Gette, pasó a unos 9.000 estudiantes cuando llegó Ramsés Vargas, para terminar en menos de 6.500 en la actualidad, lo que ha acentuado el descalabro financiero institucional, pese a los anuncios de mejorías y avances, de las ex rectoras Dacunha y Mejía.

Rescatar la Autónoma es una tarea que sigue pendiente.