Por José Granados Fernández
Twitter: @JoseGranadosF

Lo que menos necesita el Puerto de Barranquilla son mentiras, sobre todo cuando en el país sigue siendo el de peor navegabilidad con una competitividad tan afectada que parte de la carga que debería llegar a la ciudad termina en Santa Marta o Cartagena debido a las limitaciones de calado en Bocas de Ceniza y en su canal navegable.

Como si fuera poco lo anterior, este fin de semana sucedió lo inimaginable en materia de credibilidad institucional.

A raíz de las exigencias y cuestionamientos del sector portuario barranquillero con motivo de las nuevas restricciones para navegar, pese al dragado que por $22.873 millones firmó Findeter con el consorcio Shanghai - Ingecon, el sábado Cormagdalena cayó en el campo minado de las noticias falsas. Grave error institucional que dos días después no ha rectificado, dándole valides al falso anuncio de su director Pedro Pablo Jurado, en un comunicado de prensa.

El documento, que se refería al trabajo parcial realizado por el contratista con su draga Hang Jun 5001, terminaba con dos párrafos del intertítulo “Mejora operación”. Informaba Cormagdalena que en la mañana del sábado el buque portugués Rubina zarpó desde el puerto de River Port rumbo Immingham, Inglaterra.

El comunicado describía las características técnicas del carguero de 180 metros de largo y 32 metros de ancho y destacaba que, con su carga de coque -material combustible sólido obtenido del carbón- “no tuvo contratiempos para navegar” al zarpar.

“El buque salió a las 7:30 de la mañana con un calado de 8,70 metros y una carga de 39.959 toneladas. Esto demuestra que las condiciones de navegabilidad están mejorando en el canal de acceso y, particularmente, en el sector de Bocas de Ceniza”, aseguró Jurado, quien destacó que el Gobierno Nacional sigue trabajando para recuperar la navegabilidad del río Magdalena y mantener la actividad portuaria en la capital del Atlántico.

Al tratar de sacar pecho por algo que presuntamente había pasado, Jurado desconocía que, de paso, estaba anunciando nada más y nada menos que se había logrado un récord de carga en Barranquilla, superando las 38.583 toneladas de clínker que trajo en agosto de 2013 el buque Josco Taicang.

“39.959 toneladas métricas en un Handymax debe ser nuevo récord para el Puerto”, trinó el experto en navegación Enrique Lequerica, y pidió hacer públicos el sobordo o manifiesto de carga, que firma el capitán de un barco sobre la mercancía que recibe, o la copia del Bill of Lading o B/L, documento que expiden las agencias navieras sobre una carga a movilizar.

Las características del Rubina más el precario calado de 8,70 metros más la supuesta carga exportada llevaron a expertos y consultores portuarios a sacar lápiz, calculadora, recordar las ecuaciones y la teoría de Arquímedes sobre la flotabilidad de un buque, esencia de la Ingeniería Naval.

“No me dan las cuentas”, también trino el ex director de Asoportuaria Antonio Felfle. Y les recriminó a quienes hicieron eco de los anuncios de Cormagdalena: “Señores por favor verifiquen la información. No repitan como loros mojados”.

Las dudas crecieron al revisar otras características del barco portugués. Hallaron que este podía cargar, contando con un calado de 10,75 metros, hasta 39.958 toneladas, peso total de la mercancía que va a transportar más lo que pesa el combustible, el agua, los víveres, la tripulación, etc. que lleva a bordo. “Según Cormagdalena, el Rubina solo lleva coque, no va nadie en su interior, ni lleva gasolina, ni agua”, dijo, sarcásticamente, un empresario portuario.

A través de su reportería, teniendo en cuenta que el restringido calado del puerto está entre 8,4 y 8,7 metros, Emisora Atlántico y Zona Cero.com comprobaron que Jurado dio a conocer una noticia falsa porque el Rubina zarpó realmente con 24.146 toneladas, repartidas así:

- 20.111 toneladas de coque, que cargó en la Sociedad Portuaria Regional de Barranquilla.

- 2.335 toneladas del Puerto de Palermo.

- 1.700 toneladas de River Port.

Es decir, salió con 15.813 toneladas menos.

Luego de los hallazgos que publicamos ayer en Twitter, Asoportuaria insistió en que si existiera un mayor calado se podría transportar más carga con menor costo unitario por tonelada. “De ahí la imperiosa necesidad de tener condiciones para mejorar competitividad”, dijo en la red social.

De manera que, como hemos insistido por años, el puerto de Barranquilla lo que necesita son condiciones de navegabilidad estables y duraderas, no buenos deseos ni anuncios ni estudios inconclusos y mucho menos mentiras.