La Secretaría de Gestión Social, con su programa Mujer y Equidad de Género, está haciendo posible que la cocina se convierta en un vinculante activo para estimular una economía familiar responsable y participativa, generando también conciencia incluyente y lazos afectivos, fortaleciendo el respeto.

Cada 15 días en los barrios El Bosque y La Ceiba se avanza en este proyecto, que incluye 8 talleres con los que se espera que todas las participantes, de manera interactiva, alcancen una convivencia educativa y con sinergia, comprometiéndose como comunidad con su propio desarrollo social y sostenible en torno a sus conocimientos, oficios y actividades.

“Actos sencillos, como conversar, alistar, preparar y servir, hacen parte del oficio de cocinar. Cuando los miembros de una familia se involucran en una actividad, la cual inicia a tempranas horas, logra que los vínculos afectivos se conviertan en nutrientes, los canales de comunicación se clarifican y la percepción del otro se personifica, valora y respeta”, dice el chef Alex Quessep, quien comparte sus conocimientos con este grupo de mujeres, teniendo siempre en cada encuentro un componente psicosocial enlazado con el oficio de cocinar.

El proyecto está orientado a destacar el aporte individual de cada participante, así como un ingrediente lo hace en un plato, procurando que al final la mezcla los convierta en un todo que, en este caso, es la comunidad. Por eso las mujeres participantes van a recibir ocho talleres teórico-prácticos:

1. Entrega, socialización y capacitación del Manual Técnico de Cocina del Caribe colombiano.
2. Paralelos psicosociales: vida compleja, soluciones sencillas (preparación de arroces sencillos y compuestos).
3. Paralelos psicosociales: sopa caliente, como el calor que genera el afecto (preparación de sopas y cremas).
4. Paralelos psicosociales: mientras más carne, más sensible (preparación de guisos).
5. Paralelos psicosociales: frescos y alegres como una ensalada.
6. Paralelos psicosociales: el mejor fósforo genera ideas claras y acciones incluyentes (preparación de pescados).
7. Paralelos psicosociales: diferentes como la carimañola y la empanada, semejantes como el alimento que representan (preparación de palangana Quillera).
8. Economía productiva, seminario cómo estandarizar, comprar y vender.

“Todas las mujeres fueron seleccionadas teniendo en cuenta que ellas ya saben cocinar porque, más que enseñarles en un curso de cocina, este encuentro organizado por el programa Mujer y Equidad de género, de la Secretaría de Gestión Social, espera lograr estimularlas, activarlas, y reconocerles sus virtudes y talentos. Es importante recordarles que son mucho más que servidoras de cónyuges y de hijos, son cada una de ellas el epicentro de expresión y transformación social”, expresó Helda Marino, asesora del programa.

Estos encuentros culminan con una actividad denominada “El caldero de todos”, donde el componente psicosocial y de cocina se mezclan afianzando no solo lo aprendido sino haciendo posible que el barrio completo se incluya, logrando destacar el valor de la generosidad y, además, lo sabroso de las muestras gastronómicas de las mujeres participantes en este proyecto.