El pasado 22 de julio, cuando se preparaba el desalojo de 35 familias que en cumplimiento de una acción popular debían ser retiradas de la ribera de la Ciénaga de Mallorquín en donde se desarrollará un bioparque, apareció la autoproclamada “primera línea”, un grupo de jóvenes que en desarrollo de las manifestaciones por el paro nacional son los responsables de la mayoría de los actos vandálicos en la ciudad.

Ese mismo grupo convocó el miércoles 28 de julio a una protesta que partió de la rotonda de Las Flores y finalizó en la sede de la Alcaldía de Barranquilla, en el Paseo Bolívar, con resultados vandálicos y destructores.

En los flyers que circularon por redes sociales, convocaba la llamada Coordinadora Popular.

Realmente, en el barrio, y concretamente en la zona objeto de desalojo nadie sabía de esa convocatoria. Periodistas que indagaban sobre la mencionada marcha no encontraban respuesta ni ubicaban en el sector de invasión a quienes anunciaban esta manifestación.

En esa fecha, casi al mediodía, un grupo de unos 20 jóvenes comenzó a marchar por la Vía 40. Después de las cuatro de la tarde terminaron en la Alcaldía y fue allí en donde se presentó un ataque brutal contra la fachada de ese edificio, sin argumento alguno. Auspiciados por un presunto líder que a la postre arrastra un odio visceral contra los empresarios barranquilleros y la clase dirigente. Con un discurso incoherente e incendiario pretende atentar contra bienes públicos y privados. Se cree con licencia para insultar, provocar, ofender, calumniar e injuriar a todo el que se le antoje. ¿Y las autoridades? también son blanco de sus insultos y provocaciones y no le pasa nada.

Luego, los vándalos retornaron a la Vía 40 e intentaron bloquear la rotonda hasta que fueron desalojados por los mismos habitantes del barrio Las Flores.

Ese día, la mayoría de las personas que residen en la zona en controversia, no sabían de la protesta.

Un día después del suspendido desalojo un habitante del sector contó a Zona Cero que los llamados "primera línea", no residían en el sector y que habían llegado allí, financiados por personas que no viven en la zona, pero que estaban impulsando las manifestaciones violentas. 

“Les pagan $70.000 y vienen de lejos”, dijo un vecino.

En un video divulgado por la Policía esta semana, una habitante del barrio, dijo que los manifestantes que están apareciendo no están reclamando pacíficamente. “Hassam es el responsable de todo esto”, afirmó al señalar a quien estaría financiando a la llamada “primera línea” de Las Flores. Señalan que “él trajo a los vándalos a que destruyeran algo que no es de ellos, están afectando al barrio”.

Sin embargo, no se conoce una sola investigación judicial contra este siniestro personaje que también tiene en la mira a ciertos medios de comunicación que le han cuestionado sus métodos nada ortodoxos y hasta sospechosos.

Las autoridades, ya tienen conocimiento de las personas que estarían llegando al barrio y que estarían afectando cualquier acercamiento entre el Distrito y los invasores.

De las 400 familias instaladas en la ribera de la Ciénaga y a orillas del Río Magdalena, son cerca de 35 a desalojar, según la acción popular.

De estas familias, unas 26 están en casas palafíticas y otras nueve están a orilla de la vía.

Es lo que se conoce como la calle 106. Estas casas están levantadas en concreto y hay casas de más de 100 metros cuadrados.