Su vocación y pasión es igual a la de los hombres. No se amilanaron al reto y fueron valientes para asumirlo. Superaron un estigma de 90 años, edad de existencia del Cuerpo de Bomberos de Barranquilla, una situación que les genera mayor responsabilidad.

Se convirtieron en la sensación de la ciudad desde hace cuatro días cuando fueron presentadas como las nuevas integrantes los bomberos, en la entrega de la nueva sede, ubicaba en la calle 17 con carrera 38.

Son pioneras y hoy al lado de sus compañeros celebran su día, el de los bomberos, asignado el 11 de noviembre desde 2014, cuando el Ministerio del Interior lo estableció como Día Nacional, en conmemoración por el incendio de las Murallas de Cartagena durante la guerra por la independencia.

Estas tres mujeres ingresaron en un grupo de 30, donde comparten al lado de 27 hombres en la inducción de 30 días antes de entrar al Cuerpo. Dos de ellas, Julieth Machado y Shelika Charris, le contaron a Zona Cero su historia, motivación y deseos en esta nueva etapa de sus vidas, con el fin de salvar la de los demás.

Mística para intervenir

Julieth De Jesús Machado, una de las nuevas bomberas, manifestó que ser de las primeras mujeres en ingresar al Cuerpo de Bomberos de Barranquilla le genera orgullo y felicidad. “Es una vocación y una mística que uno tiene para realizar estas funciones”, expresó.

Agregó que la meta en primera medida que tienen es no desmayar ante cualquier emergencia que se presente en la ciudad. “Esto es de lucha, en la que el día a día te das cuenta qué no tienes dificultad ni obstáculo para no crecer”, afirmó.

La técnica profesional en salud del trabajo confesó que lo que realmente la mató de esta profesión, es la manera de intervenir que tienen los bomberos, con el manejo de tácticas y herramientas. “Esto te exige cada vez más porque tu das tu vida por otra persona que sabes quién es. Eso es algo bonito. Salvar vidas y bienes, es algo integro”, aseguró.

Sin embargo, el gen de bombero lo lleva en su sangre, ya que su padre, Alfonso Machado, es uno de los motoristas del Cuerpo Bomberil. Manifestó que él es su reflejo y su ejemplo que seguir. “Lo admiro mucho. Es una persona muy inquieta y activa con su trabajo. Yo heredé eso de él”, puntualizó.

Julieth, le transmite esa misma vocación a su hijo de 8 años, con quien vive en el barrio Las Gaviotas de Barranquilla. Indicó que, el menor la motiva mucho para seguir adelante pese al poco tiempo que pasa con él.

“Él está contento con lo que hago. Me dice que también quiere ser bombero cuando crezca. Se muere por esta profesión. En el Cuerpo, cuando viene, lo ponen a hacer cosas y él encantado. Me genera felicidad”, expresó.

Indicó que durante los días de inducción que llevan los han preparado psicológicamente para enfrentarse a contextos cargados de emoción. “La gente te pide auxilio, que no quieren morir y nosotros tenemos que intervenir con la mayor tranquilidad”, sostuvo.

Una prueba que terminó en amor

La menor del trío de mujeres, Shelika Charris, de 19 años, al igual que Machado, manifestó que ya  se dieron cuenta de lo que lograron en estos últimos días con su integración al Cuerpo de Bomberos.

“Tenemos que ser el ejemplo para las demás mujeres. Somos como las protagonistas para inspirar más a las otras, para que Barranquilla crea en nosotros y los bomberos metan a más niñas. No podemos defraudar en esta experiencia”, afirmó.

Al igual que Machado, Shelika, indicó que su espejo es su padre, Gonzalo Charris, uno de los tenientes del Cuerpo en Barranquilla. Aseguró que siempre lo miró a él desde su experiencia y estuvo atenta a las historias que este le contaba cuando llegaba a su casa.

“Unas historias me generaban tristeza, pero otras muchas curiosidades, lo cual me inspiró”, puntualizó Shelika.

Sin embargo, admitió que eso no fue su motivación principal como tal. Expresó que su padre le recomendó entrar en la convocatoria del curso que se presentó en noviembre, del año anterior. Confesó que, aceptó ir para experimentar la idea.

“De verdad no pensé que me iba a enamorar de esta carrera. Quiero seguir adelante en esta profesión y prepararme más”, señaló.

Su pasión por ser bombera es confirmada cuando manifestó que reside en el municipio de Polonuevo, Atlántico, lugar de donde debe salir a las 4:30 a.m. para llegar puntual a la estación central después de superar un trayecto de una hora y media, que también debe afrontar cuando regrese a su hogar por la noche.

Charris reconoció que en estos momentos son la sensación de la estación y del Cuerpo de Bomberos. Afirmó que sus compañeros les toman el pelo durante la inducción y las tildan de famosas.

“Ven que nos entrevistan y nos hacen bromas, pero de verdad nos apoyan mucho y somos tratadas como ellos. Eso me gusta, que nos exijan y podamos afrontar este reto como tal”, finalizó.

Legado para la eternidad

Las dos mujeres tienen como premisa dejar un legado en la ciudad. Quieren que sean reconocidas y afrontar este desafío con mucha personalidad. En las inducciones, participan igual que los hombres, situación que las hace sentir importantes.

Después de su preparación deberán enfrentarse a las emergencias, las cuales esperan superar, como lo hacen las otras mujeres que trabajan a nivel departamental, regional y nacional, las mismas que como ellas, celebrarán hoy su día porque también son héroes.