Por sanidad, medicamentos y alimentos, de importación o exportación, deben ser verificados en los terminales marítimos del país en desarrollo de los procesos de comercio exterior.

Sin embargo, esa tarea ha sido difícil en los últimos días tras el ataque cibernético de que fue objeto el 6 de febrero pasado la página del Invima, organismo que tiene a cargo esa función.

Por ello, “el Invima ha activado un plan de contingencia para dar atención manual a sus trámites dentro de la actividad portuaria”. 

En Barranquilla, “las operaciones no se han detenido pero sí se han afectado los tiempos de respuesta y la agilidad de los mismos” porque el Invima, “es parte fundamental de la cadena logística”, informó la Sociedad Portuaria de esta capital.

“La carga de exportación no ha sufrido impacto alguno hasta el momento y la carga de importación se está entregando a los clientes en la medida en que los trámites manuales lo permiten”, señala.

El Puerto de Barranquilla, una vez tiene vía libre por parte del Invima,  moviliza todos sus recursos para poder entregar la carga con el menor tiempo y afectación posible para sus clientes y usuarios. 

Lucas Ariza, Director ejecutivo de Asoportuaria, señaló que en Barranquilla “lo que ha ocurrido es un retraso en las operaciones. Se están liberando los contenedores, toman obviamente más tiempo porque son trámites que se tienen que hacer manual cuando normalmente se hacían de manera sistematizada".

Finalmente señaló que "hasta ahora el proceso está fluyendo más lento y se están despachando o recibiendo contenedores o embarcándolos en buques de exportación con demoras. El reto está en que no se pierdan los itinerarios".