La pandemia del Covid-19 tuvo un impacto significativo en términos de infecciones, muertes y cambios en los estilos de vida a nivel mundial. Uno de los desafíos más destacados fue el aislamiento, especialmente para los niños.

Esto llevó a la suspensión de las clases presenciales y la implementación del distanciamiento físico. Según la Secretaría de Educación del departamento del Atlántico, aproximadamente 40.000 estudiantes optaron por recibir clases virtuales desde sus hogares para evitar el contagio.

En la actualidad, después de tres años de la pandemia, todavía se están estudiando los efectos que el Covid-19 dejó en las personas, especialmente en los niños.

Carissa F. Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), afirmó que el virus tuvo consecuencias indirectas que dificultaron el crecimiento y desarrollo de los niños, niñas y adolescentes, poniendo en riesgo sus oportunidades de un futuro prometedor.

Es por esta razón que la Universidad del Norte implementó el proyecto Infantia II en los municipios de Luruaco, Repelón, Manatí y Santa Lucía.

En colaboración con las Secretarías de Salud departamental y municipales y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, este proyecto liderado por el Centro de Investigaciones en Desarrollo Humano de la Universidad del Norte, tiene como objetivo fortalecer la salud física y mental de los niños de 0 a 5 años después de la pandemia del Covid-19.

A lo largo de cuatro años, Infantia II se enfocará en brindar apoyo directo a las 1000 familias, proporcionando materiales y recursos para mejorar los hábitos saludables, además de ofrecer un diplomado a 120 funcionarios públicos encargados de la salud y el cuidado infantil. También buscará establecer una red de investigadores en toda la región del Caribe interesados en el cuidado de la infancia y promoción de un estilo de vida saludable.

Por último, se busca ampliar las relaciones internacionales para compartir experiencias exitosas en el cuidado de la niñez a nivel mundial.