Un nuevo caso de maltrato animal ha estremecido al país.

Se trata del rescate de una lora 'frentiamarilla' que permaneció encerrada durante 32 años en una vivienda del departamento de Antioquia, en condiciones que atentaron gravemente contra su salud y bienestar.

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El ave fue entregada de manera voluntaria al Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación (CAVR), ubicado en el Valle de Aburrá. A su llegada, los profesionales constataron un deterioro físico severo, consecuencia de tres décadas de encierro, falta de estimulación y una dieta inadecuada.

Vivió 32 años en una jaula: nunca voló libre, nunca trepó un árbol y nunca fue lo que nació para ser 🥺. pic.twitter.com/Rbt8VpK2W0

— Área Metropolitana del Valle de Aburrá (@Areametropol) May 31, 2025

Su pico, totalmente deformado, evidenciaba un crecimiento excesivo por la ausencia de elementos naturales como ramas o cortezas, fundamentales para su desgaste. Las uñas, también alargadas, le provocaron inflamaciones crónicas y dificultades para sostenerse.

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Además, presentaba abscesos en las patas, plumaje deteriorado, zonas sin plumas y escamas en la piel, señales de un sufrimiento sostenido, según veterinarios que atendieron el caso.

 “Lo más delicado del caso es que hemos recibido en el Centro de Atención desde el 2024, 748 loras, de las cuales 57% han sido asociadas a tráfico de fauna”, señaló Alejandro Vásquez, subdirector ambiental del Área Metropolitana del Valle de Aburrá.  

Esto no es amor. Esto es cautiverio. pic.twitter.com/JqGWVMmCaF

— Área Metropolitana del Valle de Aburrá (@Areametropol) May 31, 2025

Vásquez también indicó que la lora rescatada, durante esos 32 años no pudo volar libre, explorar su entorno ni interactuar con otros de su especie, lo que derivó en el deterioro físico y emocional.

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Este episodio, que se ha vuelto viral en redes sociales por la gravedad de las imágenes y el estado del animal, reabre el debate sobre el tráfico de fauna silvestre y la tenencia ilegal de especies protegidas en Colombia, una práctica que no solo vulnera la ley, sino que causa daños irreparables a los animales implicados.

Ante esto, las autoridades ambientales hacen un llamado urgente a la ciudadanía para denunciar este tipo de casos y evitar la tenencia ilegal de fauna silvestre.