Íconos de la radio caribeña: Guillermo Rodríguez Figueroa dictó cátedra de narración deportiva
También fue Rector de la Universidad del Atlántico.
A los 12 de edad descubre su amor por la radio, fascinado por las transmisiones del béisbol que realizaban emisoras venezolanas, fácilmente sintonizables en Santa Marta, donde residía, en voces de narradores como Oscar “El Negro” Prieto y Francisco José “Pancho Pepe” Cróquer, entre otros.
Guillermo Augusto Rodríguez Figueroa nació a las 6 de la tarde del miércoles 28 de Octubre de 1925 en la población magdalenense de Fonseca (hoy perteneciente al departamento de la Guajira) de la unión conyugal de Camilo y Rosario Helena.
Más adelante la familia se traslada a Santa Marta, ciudad en la que el joven Rodríguez Figueroa, en 1939, aspira estudiar bachillerato en el afamado Liceo Celedón. En otrora para optar la entrada a dicho centro de estudios era obligatorio someterse a pruebas de conocimiento, las que no ganó en un primer intento el señalado jovencito y se dedica, entonces, a la encuadernación y empaste de libros, actividad que le permite trabajar y ayudar a su sostenimiento. Dos años después del intento, en 1941, se matricula en el Celedón, donde gradúa en bachillerato en 1946.
Encaramado en uno de los árboles circundantes del Liceo, antes de estudiar en él, tomaba el tarro y el palito simuladores del micrófono y "transmitía", para sí, los partidos que se jugaban en el diamante liceísta. Sus pininos radiales los dio en la Voz de Santa Marta. Concluida la secundaria se instala en Barranquilla e inicia estudios de Ingeniería Química en la Universidad del Atlántico de la que egresa, con título en mano, en 1951.
Guiado por su afición radial se presenta a probar suerte a Emisora Atlántico, dirigida por Carlos Fernández Garay, quien le da la oportunidad de relatar un partido de béisbol, ante la ausencia del locutor titular de ese deporte. La experiencia fue aceptable. Quedó vinculado a la emisora, donde cumplía turnos en cabina y de locución comercial en las transmisiones deportivas.
En 1950 se realizaron en la capital magdalenense los Sextos Juegos Atléticos Nacionales y la Voz de Santa Marta originó la transmisión del evento, en cadena con Emisora Atlántico, de Barranquilla, que desplazó a Juan Illera Palacio como narrador de futbol; a Rafael Pérez Hernández (El Premier) para el béisbol; a Víctor Buitrago Moré como descriptor del baloncesto y a Rodríguez Figueroa como lector de avisos comerciales.
En desarrollo del evento, Illera, Pérez y Buitrago tuvieron un desacuerdo con el dueño de la emisora samaria, Julio Sánchez Trujillo, y decidieron abandonar, por lo que Rodríguez Figueroa se quedó narrando los demás partidos del torneo, con el acompañamiento de Cécil Alfonso Pardo en la locución comercial. De regreso a Barranquilla, tras un llamado, después del gran desempeño obtenido en Santa Marta, es contratado por Emisoras Unidas. En aquellos años la radio barranquillera contaba solamente con tres narradores de fútbol: Juan lllera Palacio, Joaquín Eduardo Pino (Jepino) y Guillermo Rodríguez Figueroa, quien se consagra en esta onda de gran aceptación en la audiencia. Allí transmite, con éxito, las temporadas de El Dorado del fútbol colombiano entre 1949 y 1953, año cuando el equipo Junior, de Barranquilla, se desafilia de la Liga Profesional y la Puerta de Oro se queda sin representación balompédica en el torneo nacional.
Rodríguez Figueroa fue calificado como "la voz más rápida del futbol", porque narraba con velocidad y clara pronunciación. Gracias a su poder descriptivo ubicaba a los oyentes, al punto que éstos "veían” los partidos con los "ojos de la mente", decía. Fue innovador en su estilo, ya que introdujo términos geométricos y trigonométricos a su descripción: "El balón describe una parábola que se transforma en balística" ... “El jugador gira 45 grados a la derecha, a la izquierda y sigue raudo" ... “El futbolista traspasa la línea intermediaria".
Guillermo Rodríguez Figueroa fue el precursor de los programas de resúmenes de la fecha futbolera, entregando datos, alineaciones y narraba, de manera imaginaria, los goles anotados en otras plazas distintas a Barranquilla, en un acierto e iniciativa copiados posteriormente por Caracol, RCN, Todelar y otras cadenas nacionales de radio.
El título de ese espacio fue Resultados Futboleros, el cual producía y presentaba Rodríguez Figueroa, utilizando un Hallicrafter, pieza de comunicación de gran valor en la Segunda Guerra Mundial. Consistía en un radio receptor de ondas cortas que sintonizaba emisoras del interior del país donde transmitían fútbol y que obligaban a nuestro periodista y locutor a tomar alineaciones e incidencias de los partidos para, luego, realizar el programa, al punto que Carlos Arturo Rueda, quien trabajaba en Bogotá, después de su paso exitoso por Barranquilla, igualmente en Emisoras Unidas, acudía permanentemente a Rodríguez Figueroa a consultarle alineaciones y resultados de otros partidos.
Una cadena de almacenes, de los llamados de gran superficie, lo contrató de manera exclusiva para que narrara el torneo y presentara sus Resultados Futboleros.
En 1953, en medio de una crisis económica, el Junior se retira del campeonato de la División Mayor del Fútbol (Dimayor) y se afilia a la Liga del Atlántico. Es cuando Rodríguez Figueroa entra a la Voz de Barranquilla, bajo la tutela de Hernando Franco Bossa a narrar el campeonato balompédico atlanticense. Su locutor comercial era Gustavo Castillo García, director de la emisora y el cronometrista, Benedicto Julio Molinares Gómez, aún vigente en el campo periodístico lugareño, a sus 83 años de vida.
A la sazón, Rodríguez Figueroa dividía su tiempo entre la radio y su otra gran pasión: la docencia. Dictaba clases y cursos de Matemáticas, Química y Física en diferentes colegios y universidades. Esta labor lo fue absorbiendo de tal forma que hubo de retirarse del micrófono para dedicarse de lleno a la enseñanza, pero portando la radio en su alma, doliéndose del momento difícil que atraviesa esta actividad, su pasatiempo predilecto.
Como profesor, también dejó su rasgo distintivo en los colegios y universidades a los que sirvió para la formación de profesionales de las ciencias matemáticas.
Permanentemente actualizado, Rodríguez Figueroa cursó durante dos años una maestría en el Centro Nuclear de Puerto Rico y estuvo como investigador y asistente de la Comisión de Energía Atómica de los Estados Unidos.
Su inteligencia, sus iniciativas, su capacidad administrativa y su experiencia académica lo avalaron para Rector de la Universidad del Atlántico y fue nombrado como tal desde 1972 a 1974. Le tocó imponer el orden en este centro de educación superior en el que la anarquía era la reina. Su gestión fue reconocida como valiosa. Impuso el récord histórico e imbatible de ser el primer Rector de la UDEA egresado como profesional de dicha Alma Mater. Muchos años después, gracias a su brillante gesta, fue nominado al exclusivo Consejo Directivo de la Universidad del Atlántico y elegido miembro del mismo recientemente.
Alejado de los micrófonos en 1972 Guillermo Rodríguez Figueroa regresó el 11 de mayo de 1986, fecha de inauguración del Estadio Metropolitano de Barranquilla, Roberto Meléndez. Había cumplido 61 años de vida y narró, a través de Radio Piloto, el partido primigenio en dicho escenario: Atlético Junior versus Selección Nacional de Uruguay, en compañía de otros legendarios de la narración y el comentario, Juancho Illera y Armando Cabrera Muñoz (Arkamuz), gracias a un acto de honor organizado por Dorian Fayad, director de la emisora y los periodistas Osvaldo Sampayo Covo y Jaime Rueda Domínguez. El lector de los avisos comerciales fue el 'speaker' de Planeta Rica (Córdoba), Rafael Vergara Polo, conocido radialmente como Ralphy Polo. Rodríguez Figueroa tuvo el privilegio de relatar el primer gol anotado en el coliseo barranquillero hace 32 años.
Vida familiar
Contrajo matrimonio por la Iglesia Católica con Helena Vidal Marsiglia, dama barranquillera con la que tuvo 4 hijos:
Guillermo de Jesús, periodista y Comunicador Social, egresado de la Universidad Autónoma del Caribe. Fernando Augusto, abogado.
Diana y Belinda, residentes en Estados Unidos, donde estudiaron y radicaron, hace más de 30 años.
Qué dicen de él
Su hijo mayor, Guillermo de Jesús, también profesor universitario y aficionado a la ciencia espacial, hace una semblanza de su progenitor, combinando las partes humana, profesional, familiar y anecdotaria.
Juan Guillermo Illera Guerrero, administrador de empresas, locutor e historiador radial, hijo del fallecido narrador de fútbol y periodista, Juan lllera Palacio, conoce muy bien a Guillermo Rodríguez Figueroa, quien fue amigo y colega de su padre.
"El ingeniero Guillermo Rodríguez Figueroa es un hombre probo, con reconocida trayectoria académica y universitaria; una especie de conciencia jurídica e histórica de nuestra Alma Mater... Entre otras cosas el maestro Rodríguez Figueroa es un demócrata libre pensador, con ideas de avanzada y como él mismo dice: Soy un libérrimo liberal", escribió el también ex-alumno y ex rector de la UDEA, Ubaldo Enrique Meza.
Broche de oro
Hombre de radio…Hombre de la academia… Ejemplo de vida… Propulsor de iniciativas… Forjador de juventudes… Bondadoso en el trato... Estricto en el cumplimiento de sus compromisos… Hizo pareja con la sintonía y creó estilo en el relato deportivo… Literalmente hablando, dictó cátedra como locutor, periodista y docente…
Guillermo Rodríguez figueroa, sin ambages, es un Icono de la radio caribeña.
Reconocimientos
- Armandito Torres Gutiérrez, Ingeniero y Editor Sonoro.
- Juan Guillermo Illera Guerrero y su archivo radiofónico y fotográfico.
- Andrés Pumarejo, editor auxiliar.
Por: Eduardo Rey Hernández-Vega
Edwardking61@hotmail.com