Los patrulleros de la Policía Jonathan González Mejía y Roy Yépez Agámez se convirtieron en los héroes de la jornada tras lograr salvar la vida de un niño de año y medio de nacido que por poco se ahoga en las playas de Puerto Mocho.

El uniformado González Mejía le contó a Zona Cero los momentos de angustia que vivieron, pero que por fortuna todo llegó a feliz término.

“Eso fue alrededor de las 2:30 de la tarde. Nosotros nos encontrábamos patrullando en Puerto Mocho a pie. Nos acercamos un grupito de personas, de casualidad todos de nacionalidad venezolana, empezamos a charlar con ellos dándoles pautas de prevención. Nos despedimos de ellos y cuando íbamos a dos metros de ellos escuchamos las voces de auxilio de ellos mismos”, relató el patrullero.

Tras escuchar las voces de auxilio se devolvieron para ayudar.

“Ellos decían: auxilio, auxilio, se nos ahogó el niño. Yo me di la vuelta, corrí a donde estaba el niño, se lo quité al papá de los brazos, lo coloqué boca abajo ya que estaba botando espuma por la boca. El niño estaba completamente morado. Le di golpes en la espalda, luego lo coloque boca arriba para prestarle los primeros auxilios y las maniobras de reanimación con el otro compañero. Mientras yo le hacía pulsaciones en el pecho, mi compañero le hacía respiración boca a boca. Allí insistimos hasta por 4 minutos. Gracias a Dios con los primeros auxilios, el niño empezó a reaccionar”, relató González.

El pequeño empezó a botar agua por la nariz y por la boca, y comenzó a llorar. Los policías sabían que no había tiempo que perder y en un taxi lo llevaron hasta el Paso del barrio Las Flores y de allí a la Clínica La Misericordia Internacional, donde el niño está en proceso de recuperación.

Los policías llegaron en la mañana de este martes a visitar al niño a la clínica y de paso le llevaron algunos regalos. La familia quedó agradecida con los policías, ya que si no fuera por ellos hoy estuvieran viviendo la tragedia de haber perdido a su pequeño.