Las autoridades económicas colombianas tomaron la decisión de cancelar el acuerdo de la Línea de Crédito Flexible (LCF) del Fondo Monetario Internacional, que el país tenía vigente desde abril de 2024.

Apuntó el Banco de la República que la decisión se tomó dado que el acceso a los recursos ha sido suspendido por parte del organismo desde el pasado 26 de abril de 2025 y seguirá suspendido hasta el vencimiento del acuerdo vigente.

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La LCF fue aprobada por el Directorio Ejecutivo del FMI en abril de 2024 por un período de dos años y por un monto de 6.133,5 millones de Derechos Especiales de Giro (DEG), lo que equivalía en la fecha de la aprobación del acuerdo, a un monto cercano a los 8.100 millones de dólares. Este acuerdo reemplazó el anterior, aprobado en 2022, y era considerado por las autoridades colombianas como un instrumento de carácter precautorio para enfrentar riesgos externos.

El gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, explicó que "esta decisión se toma en un momento en el que los niveles de liquidez internacional del país son adecuados, con un nivel de reservas internacionales que actualmente alcanzan los 65,5 mil millones de dólares".

También aclaró que el nivel se consiguió gracias al programa de acumulación de reservas llevado a cabo en 2024 por 1,5 mil millones de dólares y a la rentabilidad de los portafolios, que alcanzó 4,5 mil millones de dólares durante 2024 y lo corrido de 2025.

Según el Banco de la República, la cancelación del acuerdo actual no tiene ningún efecto  sobre el cronograma de pagos del desembolso de la LCF que se llevó a cabo en diciembre 2020. El pago de la única cuota pendiente se realizará en diciembre de 2025, según estaba previsto.

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"La disponibilidad de línea de crédito flexible es para situaciones extraordinarias, en estos momentos no estamos previendo ninguna, y si se da, tenemos un colchón con las reservas internacionales", recalcó Villar.

El anuncio se da el Gobierno después de que el Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) lanzara una advertencia sobre el manejo de las finanzas públicas.

Señalaron que, debido a los reiterados desvíos fiscales ya la suspensión temporal de la regla fiscal (un ancla clave de la política), el marco fiscal de Colombia se ha "debilitado considerablemente" desde la solicitud de la Línea de Crédito Flexible (LCF) en 2024.

En este contexto, señalaron que la política y el marco fiscal se han debilitado considerablemente en comparación con la evaluación previa de “muy sólido”, que se requiere para la calificación continua en la LCF.