El Gobierno francés anunció este lunes que movilizará a más de 100.000 policías y gendarmes para hacer cumplir desde este martes las medidas de confinamiento decretadas para frenar el avance del coronavirus en el país.

Esos agentes podrán imponer multas de hasta 135 euros a quienes no respeten la consigna de quedarse en casa a no ser que sea por motivos laborales, sanitarios, alimenticios y, en casos excepcionales, familiares.

Todos los ciudadanos deberán justificar los desplazamientos con un certificado que podrán descargarse en Internet o hacer a mano si no disponen de impresora, indicó el ministro del Interior, Christophe Castaner.

Según France 24, Macron ordenó este 16 de marzo a los franceses que se queden en sus casas y anunció que puso en ejecución medidas para limitar los movimientos no esenciales. 

"Les pido que se queden en casa y que también mantengan la calma en este contexto", dijo el jefe de Estado. "He visto pánico en todos lados en las últimas horas. Todos debemos tener un espíritu de responsabilidad", agregó Macron y alerto que "cualquier violación de estas reglas será penalizada".

Quizás una de las frases más duras de Macron este este discurso a la nación fue la de comparar la batalla que se libra contra el virus a una "guerra". "Estamos en guerra, en una guerra sanitaria", dijo el presidente galo.

Pero no solo la capacidad de movimiento se verá afectada. Las elecciones municipales, cuya primera vuelta se llevó a cabo el pasado 15 de marzo, también se verán impactadas por las medidas del Gobierno francés pues la segunda vuelta de los comicios fue suspendida hasta nuevo aviso.

Resumen agencia