Alfonso Campo Soto, líder político del Partido Conservador en el Cesar falleció este domingo en el Instituto Cardiovascular de Valledupar.

El estado de salud del excongresista, exministro y exembajador de 71 años permanecía bajo pronóstico reservado luego de ser intervenido quirúrgicamente por una obstrucción intestinal, explicó su sobrino Álvaro José Soto.

Estaba casado con Omayda Eljach, unión de la que nacieron Alfonso, actual Director Nacional de la Unidad Nacional de Protección, UNP, y  Juan Manuel, Representante a la Cámara.

Una vez conocida la noticia, la dirigencia política de la Costa y del resto del país enviaron sus condolencias a través de las redes sociales.

Uno de los primeros en hacerlo fue el expresidente Álvaro Uribe Vélez: “Nuestra tristeza por el fallecimiento del Dr. Alfonso Campo Soto en Valledupar. Solidaridad querida familia”.

El Partido Conservador se unió a los mensajes al destacar que Alfonso Campo Soto tuvo una brillante carrera al servicio de la colectividad. “Expresamos nuestras condolencias a su esposa y a sus hijos Juan Manuel, Alfonso Campo Martínez y María Isabel.

Su hijo Alfonso expresó su tristeza al recordar al que dijo fue un ser excepcional: “Padre hermoso, fuiste un ser excepcional, una persona luchadora de la vida, de quien aprendí el amor por los amigos, el servicio público y especialmente por la familia. Sencillamente infinitas gracias por todo. Siempre en mi corazón. Vuela alto campeón”,

Campo Soto, abogado de la Universidad del Rosario, fue diputado, Representante a la Cámara, Senador, viceministro de Transporte y ministro titular, Rector de la UPC y Embajador de la China y fundador de la emisora Ondas de Macondo.

El alcalde de Valledupar, Mello Castro, se unió a las voces que deploraron la partida del líder político. “Lamento con pesar el fallecimiento de Don Alfonso Campo Soto, un gran líder conservador, que en su vida pública representó con creces a Valledupar y el Cesar. Dios lo tenga en su gloria. A toda su familia, un abrazo de fortaleza en estos momentos”.

Dos de los episodios más amargos de su vida los vivió en 1991 y en 1992. Primero cuando fue secuestrado por el Frente 6 de diciembre del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en compañía de su hermano Eduardo Campo Soto y del dirigente conservador, Cristian Moreno Pallares.

Al año siguiente volvió a ser plagiado junto a su sobrino Álvaro José Soto y el líder político, José Calixto Mejía.