La seguridad alimentaria en el Atlántico cuenta ahora con un importante aliado, se trata de la microalga espirulina que contiene proteínas altamente digeribles y una amplia gama de elementos vitamínicos y minerales. Por ello, el Gobernador Eduardo Verano De la Rosa, brindó todo su respaldo al fomento de su producción artesanal para fortalecer la nutrición e impulsar la autonomía económica de los atlanticenses.

“La espirulina puede ser utilizada como un gran potencializador de cualquier alimento, prueba de ello, es el impacto positivo en el crecimiento, en el aumento de peso y en la capacidad de atención de un grupo de niños de Luruaco que, durante tres meses, recibieron alimentación con espirulina”, afirmó Verano De la Rosa.

A través de la Secretaría de Desarrollo Económico, la Administración Departamental invirtió $500 millones en el convenio de asociación con la Fundación Atlántida para la implementación de este programa que busca el desarrollo y fomento de la producción artesanal de la espirulina, microalga que cuenta con el aval de las Naciones Unidas (ONU) para contrarrestar la desnutrición e impulsar el desarrollo sostenible de la sociedad.

El secretario de Desarrollo Económico, Anatolio Santos Olaya, manifestó que en la primera fase de esta iniciativa se capacitaron 60 personas  de los municipios de Campo de la Cruz, Piojó, Repelón,  Sabanalarga, Santa Lucía y Suan.

“El propósito de este programa de desarrollo social, además del componente nutricional, es que la población de escasos recursos tenga las capacidades suficientes para emprender un negocio con la producción artesanal de espirulina y generar una fuente de ingresos estable y sostenible, lo que redunda en progreso para la familia, la comunidad y el Departamento”, afirmó Santos Olaya.

Agregó que las unidades de negocio que se fomentan con esta iniciativa requieren de una baja inversión y en un mes ya se comienzan a obtener los resultados del cultivo artesanal, 66 metros cuadrados de cultivo producen 1 kg. de espirulina cada 48 horas, por ello, invitó a que más atlanticenses se sumen a este proyecto.

El secretario de Salud del Atlántico, Armando De la Hoz Berdugo, explicó que la espirulina contiene proteínas de alto valor biológico para los programas de seguridad alimentaria del Plan de Desarrollo Atlántico Líder en el que la Administración Departamental está enfocada con gran interés.

“Queremos garantizar a toda la población del territorio y, especialmente a los niños, una adecuada nutrición que les permita un normal desarrollo de sus vidas. Con el seguimiento realizado en este plan piloto de producción y alimentación con espirulina hemos comprobado que, en un mes, los niños alimentados con esta microalga pasan de una desnutrición global severa a un peso adecuado según la edad”, precisó De la Hoz Berdugo.

La bióloga de la Fundación Atlántida, Pamela Reátiga, encargada de las capacitaciones sobre el cultivo y uso de la espirulina, manifestó que la comunidad recibe una preparación integral en el tema.

“El programa tiene dos líneas de acción: el fomento de cultivo de espirulina que incluye capacitaciones, talleres y asistencia en temas técnicos, de mercado y administrativo; suministro de elementos y kit para el cultivo, control de calidad, elementos de protección personal y buenas prácticas. La segunda línea de acción consiste en entregar espirulina para programas de seguridad alimentaria mediante donación de la microalga deshidratada como estrategia para combatir la inseguridad alimentaria y la desnutrición en el Atlántico, a la fecha hemos entregado 1.590 dosis”, dijo Reátiga.

Expresó, además, que el programa es incluyente porque allí hay espacio para todos los grupos poblacionales de género, edad y condición física.

Los primeros 60 beneficiarios del programa presentaron al gobernador Verano una exposición de variadas e innovadoras propuestas alimenticias con el uso de la espirulina.

Uno de ellos es Miguel Antonio Meriño Ibáñez, del municipio de Repelón, quien agradeció la oportunidad para fomentar la nutrición en su comunidad y motivar la productividad de su entorno con el cultivo artesanal de la espirulina.

“La Gobernación y la Fundación nos entregaron un kit que contiene las semillas de espirulina, sales nutrientes y materiales para construir las piletas donde se inicia el proceso de cultivo, prensado y deshidratación de la microalga”, indicó Meriño Ibáñez.

La directora del Programa de Fomento para el Cultivo de la Espirulina (Profocues), Jennifer Pulido, manifestó que este trabajo se puede realizar a escala, según el propósito de la comunidad, es decir que  los cultivos se pueden hacer en la casa, si solo desean producirla para la alimentación familiar o en sitios abiertos y amplios para iniciar un negocio productivo.

El Gobernador Verano motivó a los beneficiarios del programa a darle sostenibilidad al proyecto con la multiplicación del conocimiento y la comercialización de la microalga y los productos que la contienen.

“Queremos ser pioneros en Latinoamérica de la alimentación con espirulina, queremos garantizar la capacidad alimentaria y productiva de nuestra gente”, puntualizó el Gobernador.