España gana la Copa Davis por sexta vez con un Nadal pletórico
El mallorquín ganó esta semana todos los partidos en los que participó, ocho en total.
España ganó la Copa Davis por sexta vez, gracias a las victorias de Rafael Nadal y de Roberto Bautista sobre los canadienses Denis Shapovalov y Felix Auger-Aliassime, en una final en la Caja Mágica que será recordada por el empuje del jugador de Manacor, capaz de ganar esta semana todos los partidos en los que participó, ocho en total.
Nadal remató el triunfo español al vencer a Shapovalov por 6-3 y 7-6 (7), salvando una bola de set en el desempate, en una hora y 54 minutos, sumando el segundo y definitivo punto, después de que Roberto Bautista se santiguase y dirigiese la mirada al cielo recordando a su padre fallecido el jueves, tras derrotar a Auger-Aliassime por 7-6 (3) y 6-3 en una hora y 50 minutos.
El primer experimento del nuevo formato de la Copa Davis, después de 119 años de historia, tiene nombre propio: Rafael Nadal.
El número uno del mundo, de 33 años, ha acabado la temporada en ese puesto por quinta vez, tras ganar dos títulos del Grand Slam, su duodécimo Roland Garros y su cuarto US Open, y ha tenido la fuerza suficiente para llevar al equipo de Sergio Bruguera hacia la victoria.
Nadal salvó tres eliminatorias (contra Rusia, Argentina y Gran Bretaña) con su concurso en el doble, para alcanzar la final, la décima de España. Firmó ocho victorias en el barrio de San Fermín. Cinco en individuales, sin perder un solo set, y tres de dobles, dos de ellos con Marcel Granollers y uno con Feliciano López, cediendo en estos una sola manga.
Ya en la lucha por el título, ante una joven Canadá que este domingo presentó como opciones a Shapovalov, de 20 años, y Auger-Aliassime, de 18, campeones júnior en la edición de 2015 en estas mismas instalaciones, los españoles no cedieron.
Y Nadal amplió su racha de victorias consecutivas en la Davis, que llega ya a las 29, con una sola derrota, la de su debut contra el checo Jiri Novak en 2004.
Nadal mandó contra Shapovalov, 15 del mundo, su verdugo en el Masters 1.000 de Canadá (3-6, 6-4 y 7-6) en 2018, y al que doblegó este año en el Foro Itálico por 6-4 y 6-1.
El partido que no pudieron disputar en las semifinales del Masters 1.000 de París, por una distensión en el abdominal de Rafael, lo lidiaron en Madrid donde el de Manacor tiró de oficio para sentenciar, sin ceder su saque y solo concediendo un solo punto de rotura.
A pesar de llevar dos noches seguidas acostándose casi a las cuatro y media de la madrugada, el zurdo español desplegó un brillante juego en el primer set, mandando con su golpe de derecha, cometiendo solo cinco errores no forzados y apuntándose la manga en 35 minutos.
Shapovalov comprendió que vencer al campeón de 19 títulos del Grand Slam era tarea imposible. No solo por el juego desplegado por el zurdo español, sino porque Nadal jugaba además con el apoyo de algo más de 12.200 aficionados (los canadienses era unos 300), gritando, cantando y disfrutando con el conjunto nacional.
El canadiense, nacido en Tel Aviv, solo tuvo una oportunidad para cambiar el signo del partido. Fue en el sexto juego cuando estuvo a punto de romper el saque de su rival por primera vez. Nadal lo impidió tras ocho minutos de tensión (3-3) arengando luego al público a continuación.
En el desempate, Nadal necesitó tres bolas de partido, salvando un punto de set de Shapovalov, que acabó con un fallo en la red su intento de prolongar el encuentro.
EFE.