Fachada de E.S.E. Universitaria del Atlántico (UNA).
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Gobernación del Atlántico

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ESE UNA entró en crisis cuando aún CARI en Liquidación debe $80 mil millones

Superintendencia de Salud ordenó la intervención, por un año, de la ESE UNA.

El modelo que se pensó para salvar los hospitales en el Atlántico terminó por hundir toda la red de atención en el departamento.

Lea aquí: Toma de posesión e intervención de Supersalud en la ESE UNA será "por un año"

Los problemas financieros llevaron a pique la E.S.E. Universitaria del Atlántico (UNA) y ahora es sujeto de intervención por parte de la Superintendencia Nacional de Salud.

La crisis llegó a la ESE UNA cuando aún CARI en Liquidación debe $80 mil millones a trabajadores y proveedores.

De acuerdo con Napoleón Mugno Díaz, presidente Anthoc Barranquilla, la ESE UNA surge como una salida para resolver el déficit económico que venían arrastrando las 5 instituciones hospitalarias en el departamento, sin embargo, la eliminación del ‘Plan Semilla’ y la intervención de la Estampilla Pro-Hospital Universitario terminaron por decantar la crisis que viviría el nuevo modelo.

“Se fusionaron los 5 hospitales en una sola administración y es cuando nace la ESE Universitaria del Atlántico. Se vivieron momentos buenos cuando había un músculo financiero apoyado por la Gobernación del Atlántico con un plan que aportaba unos recursos que garantizaba el pago de los trabajadores, pero cuando desaparece empieza a desencadenarse el atraso en los pagos a los trabajadores de OPS y se disminuye el pago a los proveedores por la intervención a la estampilla, que es el recurso con el que se paga los mantenimientos y especialistas”, dijo.

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Esta red pública está conformada por el Hospital Universitario de Barranquilla y Cari Mental; Hospital Niño Jesús; Hospital Juan Domínguez Romero de Soledad y el Hospital Local de Sabanalarga.

Mugno Díaz aseguró que estos problemas se vieron reflejados en algunas administraciones gerenciales que no fueron funcionales en el tiempo, llevando a que trabajadores levantaran su voz, a través de protestas, para exigir el pago de sus salarios y otros conceptos que adeudaba la entidad de salud.

Indicó que la liquidación del Hospital Universitario Cari E.S.E. aún tiene saldos pendientes por pagar a trabajadores y proveedores.

“Se adeudan todavía $80 mil millones, entonces no sabemos si implementan una liquidación se les sumaría a esas deudas que se vienen arrastrando”, anotó.

Expectativa por la intervención

La situación de intervención por parte de la SuperSalud a la ESE UNA ha generado una alta expectativa en los trabajadores y sindicatos de la entidad.

Muchos están preocupados por su situación laboral y sobre una eventual liquidación de la entidad de salud.

Actualmente, ESE UNA tiene aproximadamente 300 trabajadores de planta y cerca de 1.200 están por OPS.

El presidente de Anthoc Barranquilla, Napoleón Mugno, sostuvo que hay que esperar que la Superintendencia realice una auditoría y, de acuerdo con los hallazgos, decida el futuro de la ESE UNA: liquidarla o continuar la intervención para salvarla.

“Hay que esperar a ver la auditoría y cuál es la expectativa que trae el gerente interventor, quien aseguró que vienen con la mejor intención para tratar de salvar el hospital y llevarlo hacia adelante. Es la voluntad que tiene el Presidente de la República, el Ministro de Salud y el Superintendente Nacional de Salud”, dijo.

Sin embargo, precisó que el panorama en el país, con el sistema de salud, es complejo para la sostenibilidad de las entidades públicas.  

“El sistema de salud en Colombia es tan difícil que es casi imposible que una ESE pública hoy en día pueda subsistir. Los pagos no llegan, las EPS intervenidas no giran los recursos como deben ser, nos los giran completos. Entonces, es muy difícil”, afirmó.  

Sostuvo que el proceso de liquidación del Hospital Universitario “dejó en la calle” a casi 3 mil trabajadores.

Quejas

Zona Cero pudo conocer que la situación en la ESE UNA era bastante compleja que se llegaron a reportar hasta cinco quejas por semana ante la Personería.

Los principales reclamos eran por la no prestación de los servicios y falta de especialistas.

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