"Es muy incierto el futuro de ese proceso": Santos sobre diálogo con el ELN
Precisó que transita por un terreno "incierto" porque falta claridad en los objetivos.
La negociación de paz del Gobierno Nacional con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) transita por un terreno "incierto" porque falta claridad en los objetivos, asegura el expresidente Juan Manuel Santos en una entrevista con EFE.
"Nos falta por lo menos información, o no nos han dado la información de qué es lo que realmente buscan, qué es lo que quiere el ELN, a dónde quieren llegar en esa negociación, qué marco jurídico van a utilizar para que tenga la legitimidad nacional e internacional", explicó.
El exmandatario, que participó el fin de semana en el Hay Festival de Cartagena de Indias, aseguró que "hasta no tener esa información entonces es muy incierto el futuro de ese proceso".
Santos (2010-2018) firmó en 2016 un acuerdo de paz que puso fin al conflicto armado de más de 50 años con la antigua guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), lo que le valió el Nobel de Paz de ese año, y aunque después llevó a la mesa de negociación al ELN, sus intentos de alcanzar la "paz completa" no prosperaron.
"Para hacer la paz se requiere mucho rigor, mucho método, mucha planeación, yo hablo por lo que nosotros hicimos, el proceso con las FARC fue un proceso milimétricamente planeado, muy estudiado", manifestó.
Según el exmandatario, para las negociaciones de paz de Colombia estudió con su equipo "los procesos de paz de muchos países, qué lecciones podíamos aplicar en el caso con las FARC, qué equivocaciones, qué propuestas, y eso nos llevó a un proceso muy bien diseñado donde teníamos plan A, plan B, plan C prácticamente en cada etapa".
"De manera que eso (un proceso de paz) no se puede improvisar", subrayó.
Varios intentos de negociación
En el caso del ELN, las negociaciones de su Gobierno comenzaron en febrero de 2017 en Quito y al año siguiente fueron trasladadas a La Habana, pero a pesar de la experiencia adquirida en el diálogo con las FARC, su Gobierno terminó en agosto de 2018 sin mayores avances en las conversaciones con esa guerrilla.
Tras un congelamiento durante los cuatro años de su sucesor, Iván Duque (2018-2022), los diálogos fueron retomados por el actual presidente, Gustavo Petro.
En el nuevo proceso se han logrado avances, como un cese al fuego bilateral de 180 días que vencía ayer y que fue prorrogado por una semana, pero en parte de la opinión pública persisten dudas sobre la voluntad real de paz del ELN, cuyos dirigentes han indicado que no tienen la intención de dejar las armas porque consideran que el Gobierno no ha solucionado los problemas políticos y sociales del país.
Santos, que es autor de libros como 'La batalla por la paz' o 'La batalla contra la pobreza', cree que para alcanzar la paz de una nación no es requisito que se haya erradicado al cien por ciento la pobreza.
"No diría que (erradicar la pobreza) es una condición necesaria e indispensable, pero contribuye enormemente a tener paz el que no haya tantas desigualdades", indicó.
Según el expresidente prueba de ello es que "hay países que no tienen guerras y donde la pobreza es inclusive peor que en Colombia", pero al mismo tiempo, "parte de los conflictos que generan las diferencias sociales se deben precisamente a las desigualdades y a la pobreza".
En ese sentido, Santos dijo que los gobernantes deben continuar las políticas exitosas de sus antecesores y desechar las malas, y no simplemente cambiar de norte cada vez que llega una nueva Administración porque eso hace parte de "la responsabilidad de gobernar".
"Los gobernantes quieren tener sus propias políticas para poder decir después 'yo lo hice', y muchas veces son reticentes a darle crédito o a continuar con las políticas de los antecesores y eso es un error porque las políticas públicas necesitan mucho tiempo, necesitan continuidad", dijo.
Alerta sobre el crimen organizado
El expresidente alertó además sobre el crecimiento del crimen organizado en América Latina, que calificó como "muy preocupante".
"En la región, desde México hasta Argentina, todo Centroamérica, los países del Caribe, el peligro número uno hoy es la expansión del crimen organizado", manifestó.
Explicó que "el crimen organizado le quita control a los Estados y (los criminales) están obteniendo un control sobre las poblaciones y sobre los territorios en todas partes".
"Estamos viendo ya fenómenos de crimen organizado en países que usualmente estaban exentos de ese tipo de problemas, como Costa Rica, como Chile, entonces ese es un problema muy serio y tiene que ver con el narcotráfico, tiene que ver con la minería ilegal", indicó.
En su opinión, mucha de la inseguridad que se ve en distintas regiones colombianas es producto de "una guerra entre los grupos criminales por el control del territorio para poder controlar los corredores del narcotráfico, eso es evidente".
EFE