Entre pantallas y pausas: Redefiniendo el descanso en la era del entretenimiento digital
Un estudio publicado en Frontiers in Psychiatry identificó una relación clara entre el uso de pantallas en la cama y la calidad del sueño.
La forma de desconectar ha cambiado radicalmente. Donde antes se buscaba el silencio o el paseo sin rumbo, hoy se opta por una maratón de series, una partida rápida en el móvil o una sesión de scroll infinito.
El ocio digital ha colonizado los momentos de pausa, y con ello, también ha modificado la manera en que se descansa.
Un estudio publicado en Frontiers in Psychiatry en marzo de 2025, con datos de más de 45,000 jóvenes de entre 18 y 28 años, identificó una relación clara entre el uso de pantallas en la cama y la calidad del sueño.
Cada hora adicional frente a una pantalla en ese contexto se asoció con una reducción promedio de 24 minutos en la duración del sueño, además de un aumento del 59% en la probabilidad de desarrollar síntomas de insomnio.
No se trata únicamente del impacto de la luz azul. La estimulación emocional y cognitiva provocada por los contenidos digitales —desde redes sociales hasta videojuegos o vídeos breves— también interfiere en los mecanismos naturales del descanso.
Por otro lado, una revisión sistemática publicada en el Journal of Medical Internet Research en 2024 analizó 55 estudios con más de 41,000 participantes de más de 20 países.
Las conclusiones fueron claras: El uso de medios electrónicos en general se asocia significativamente con una peor calidad del sueño, siendo el uso problemático —aquel que interfiere con el funcionamiento diario— el más perjudicial.
Ocio sin descanso: Cuando el entretenimiento agota
El entretenimiento digital, lejos de ser una vía de relajación, puede convertirse en una fuente de agotamiento.
La constante exposición a estímulos visuales y auditivos intensos mantiene al cerebro en un estado de alerta, dificultando la transición al descanso.
La velocidad con la que se consumen contenidos, desde vídeos cortos hasta juegos interactivos, impide momentos de pausa mental.
Este ritmo acelerado puede llevar a una sensación de fatiga constante, incluso después de periodos de "descanso" frente a una pantalla.
La paradoja del ocio digital: Más opciones, menos satisfacción
A pesar de la oferta casi infinita de entretenimiento digital, el aburrimiento no ha desaparecido; más bien, parece haberse transformado.
Un estudio publicado en Communications Psychology por los investigadores Katy Y.Y. Tam y Michael Inzlicht sugiere que, entre 2009 y 2020, los niveles de aburrimiento han aumentado, especialmente entre adolescentes y estudiantes universitarios.
El trabajo, citado por New York Post, apunta a la sobreestimulación como una de las principales causas.
El acceso constante a contenidos altamente estimulantes genera una pérdida de tolerancia al aburrimiento y dificulta la concentración sostenida en una sola actividad.
Esta hiperfragmentación de la atención —propiciada por la naturaleza de las plataformas digitales— estaría disminuyendo la capacidad de disfrute y alimentando una sensación persistente de insatisfacción.
Juegos digitales: ¿Escape o trampa?
Los juegos digitales ofrecen una vía de escape rápida y accesible. Plataformas como casino777 han ganado popularidad al proporcionar experiencias de juego inmersivas desde cualquier dispositivo. Sin embargo, es esencial distinguir entre el uso recreativo y el uso compulsivo.
El concepto de "casino online" ha evolucionado, integrando elementos sociales y de gamificación que pueden aumentar el tiempo de uso.
Si bien estos juegos pueden ser una forma legítima de entretenimiento, es crucial establecer límites para evitar que interfieran con el descanso y el bienestar general.
Recuperando el descanso: Estrategias para un ocio saludable
Para contrarrestar los efectos negativos del entretenimiento digital en el descanso, es recomendable implementar estrategias que promuevan un uso consciente de la tecnología.
Establecer horarios específicos para el uso de dispositivos y priorizar actividades que no involucren pantallas puede mejorar la calidad del sueño.
Además, crear rituales de desconexión antes de dormir, como la lectura de un libro físico o la práctica de técnicas de relajación, puede facilitar la transición al sueño.
Estas prácticas ayudan a reducir la estimulación mental y preparan al cuerpo para un descanso reparador.
Finalmente, la era digital ha transformado la manera en que se concibe el ocio y el descanso. Si bien las tecnologías ofrecen oportunidades sin precedentes para el entretenimiento, también plantean desafíos significativos para el bienestar.
Reconocer y abordar estos desafíos es esencial para cultivar una relación saludable con el ocio digital y preservar la calidad del descanso.