En plena celebración de Nochebuena, uniformados de la Policía Nacional atendieron una inesperada llamada en la línea 123. No fue un hecho de violencia, ni de intolerancia y mucho menos de quemado con pólvora.

La voz que estaba al teléfono requería de la ayuda de la Policía Nacional, pero para un milagro de Dios en el barrio Belén, en el municipio de Ocaña, Norte de Santander. 

Una joven en estado de embarazo se encontraba en trabajo de parto en su vivienda y por falta de tiempo para llegar a un centro médico la mujer llamó a la Policía.

Ante la urgencia del momento, una patrullera llegó rápidamente a la vivienda de la mujer y con la ayuda de una médico que le daba instrucciones vía telefónica logró asistir en el parto. 

La intervención fue exitosa, y tanto la madre como su recién nacida se encuentran en buen estado de salud.

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Tras la intervención, la mujer y su bebé fueron trasladadas en una patrulla al hospital más cercano, donde reciben atención médica. 

La madre de la pequeña le puso como nombre Yuliana como la patrullera que la asistió. 

Familiares de la joven agradecieron a la Policía Nacional por llegar y atender la emergencia.