El corregimiento de Nueva Venecia, un pueblo palafito en Sitionuevo, Magdalena, enfrenta una grave emergencia ambiental.

Una planta acuática invasora, identificada como la especie exótica de 'Hydrilla' proveniente de la India, está cercando los cuerpos de agua, como lo denunció Zona Cero, y está poniendo en riesgo la seguridad alimentaria de la comunidad, que vive principalmente de la pesca.

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Alfredo Rafael Martínez Gutiérrez, director de la Corporación Autónoma Regional del Magdalena (Corpamag), explicó que el problema se ha agudizado en el último año y medio debido "a un rompimiento en el dique sobre el Caño Aguas Negras hacia el sector de Pajaral", ocurrido en 2014.

Este daño ha generado una dulcificación excesiva de esa zona, creando condiciones ideales para el crecimiento descontrolado de la planta invasora, una especie de agua dulce popularmente utilizada en acuarios.

La hipótesis de Corpamag es que la 'Hydrilla' llegó al sector "a través del río Magdalena".

"Por el río Magdalena alguien hizo un vertimiento de esta especie, alguien la arrojó y entró por el caño de Aguas Negras, y como no hay control de agua dulce hacia ese sector, sumado a que los pueblo palafitos carecen de sistemas de alcantarillados, ha generado que toda esta materia orgánica haya encontrado las condiciones favorables para su crecimiento", explicó el funcionario.

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Riesgos ecológicos y estrategias de contención

Corpamag aseguró que ha realizado estudios de la planta y del agua, confirmando la magnitud del problema. Una de las soluciones naturales planteadas es que, "en la temporada de verano, la reducción de la entrada de agua dulce permitiría que el sector se salinice y la 'Hydrilla' muera".

Sin embargo, la inmediata amenaza exige acciones. Martínez reveló que la invasión ya cubre cerca de 700 hectáreas , según un reciente avistamiento con drones. Ante esta magnitud, se están barajando varias estrategias concretas, las cuales esperan a más tardar en agosto, poner en práctica.

Limpiezas manuales: se organizarán parcelas de limpieza con la comunidad de Nueva Venecia.

Limpieza mecánica: aunque se reconoce que esta técnica tiene impactos sobre el ecosistema, también se contempla para zonas específicas.

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Control del flujo de agua: se están llevando a cabo obras en la Ciénaga Grande de Santa Marta para instalar una especie de "talanquera" y cerrar el boquete de 2014.

El objetivo es controlar no solo la entrada de la planta, sino también de otras especies invasoras como el buchón o taruya, y la basura que ingresa por el río Magdalena. 

Un esfuerzo integrado para la sostenibilidad

El director de Corpamag enfatizó la necesidad de una acción integrada.

"Se están realizando acercamientos con el Viceministerio del Agua  y el Ministerio de Ambiente para buscar soluciones de saneamiento básico para las aproximadamente 625 viviendas de la zona que actualmente vierten directamente a la Ciénaga Grande de Santa Marta", dijo Martínez.

Mientras tanto, la preocupación sigue aumentando en la población de Nueva Venecia, ya que la densa capa de 'Hydrilla' reduce las corrientes de agua, la estanca y puede generar mortandad de especies acuáticas nativas, afectando directamente la pesca y, con ello, la seguridad alimentaria de sus pobladores.