La comunidad rural de Plato, Magdalena, enfrenta una crisis ambiental y sanitaria que está pasando inadvertida para los gobiernos locales, departamentales y nacional.

Desde hace una semana, la Ciénaga de Zárate, uno de los complejos lagunares más importantes de la Ciénaga Grande de Santa Marta, ha cambiado inexplicablemente su color.

Hoy, tal como lo denunciaron los líderes Manuel y Alberto Becerra, el agua luce verdosa y espesa, por razones que las comunidades desconocen.

Por esta situación, cientos de familias de los corregimientos de Zárate, Buenavista y Cerro Grande, están en condiciones de vulnerabilidad alimentaria y social, puesto que muchas de estas comunidades subsisten a partir de las actividades pesqueras en la Ciénaga.

Adicionalmente, este afluente es su principal fuente de captación de agua para uso y consumo, pero en las condiciones que está, es imposible.

Pese a que esta situación está siendo advertida desde hace días atrás, al lugar no ha hecho presencia ninguna autoridad administrativa y ambiental, y la emergencia no da espera.

Por ende, los líderes plateños instaron a los entes gubernamentales a actuar de inmediato. “Hacemos un llamado a la Alcaldía Municipal, a la Oficina de Gestión Pública y Gestión del Riesgo, a hacer pruebas de agua en la Ciénaga de Zárate y determinar la calidad y los agentes contaminantes así como los impactos sobre la salud pública. Se hace prioritario enviar agua potable en carrotanques a los corregimientos afectados para evitar una emergencia sanitaria” señalaron.