El coronel Hoover Rios Roman, Comandante de la Brigada de Desminado Humanitario, denunció ante organismos nacionales e internacionales el hecho ocurrido, el 17 de septiembre pasado, la situación que padecieron 20 soldados desminadores del Batallón de Ingenieros de Desminado Humanitario N.°6, al ser abordados por sujetos que, portando prendas de uso privativo de las Fuerzas Militares, y que se identificaron como integrantes de la Estructura Adán Izquierdo del Grupo Armado Organizado residual.

El Ejército informó que el hecho ocurrió en área rural del municipio de Tuluá, Valle del Cauca,  cuando se encontraban los soldados desminadores entregaban un área libre de sospecha de minas antipersonal en la vereda Guayabito del corregimiento La Moralia.

El militar explicó que los soldados que participan en esta misión humanitaria, se rigen por los principios de neutralidad, imparcialidad y humanidad, no usan armas y, por ende, estaban en estado de indefensión.  "Los soldados fueron "sometidos, ultrajados y humillados", explicó el militar en un video.

Las imágenes de los soldados indefensos, con las manos en la cabeza y boca abajo rápidamente se volvieron virales.

"Los delincuentes, además de amenazar con quitarles la vida a los uniformados, incineraron el vehículo en el que los desminadores se desplazan a ejercer sus labores y les hurtaron otro", manifestó el Ejército.

Sostienen que "según las informaciones de los pobladores, debido a la velocidad que llevaban los delincuentes, el vehículo hurtado se volcó metros más adelante".

Los delincuentes despojaron a los desminadores de equipos de comunicación como radios, celulares, computadores y detectores de metales, indispensables para realizar las actividades de desminado humanitario.

Para el coronel lo sucedido viola los derechos humanos y el derecho internacional humanitario, en la cual se puso en riesgo la vida de los desminadores que trabajan por descontaminar el Valle del Cauca de estos artefactos explosivos improvisados, lo que afecta también a los moradores de la región.

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El Ejército Nacional condenó esta grave acción que viola los derechos humanos y el derecho internacional humanitario, en la cual se puso en riesgo la vida de los desminadores que trabajan por descontaminar el Valle del Cauca de estos artefactos explosivos improvisados, lo que afecta también a los moradores de la región.