El silencioso avance de los vehículos eléctricos en Barranquilla y sus desafíos
El bajo costo de estos, sumado al ahorro en temas de gasolina, son factores cruciales.
Ante la creciente popularidad y el uso masivo de vehículos de movilidad personal como bicicletas y patinetas eléctricas, entre otros, surgió la necesidad de tramitarse un proyecto de ley, aprobado en el Congreso, que busca establecer un marco regulatorio claro para estos medios de transporte en Colombia.
La iniciativa surge de la necesidad de armonizar su integración en el tránsito urbano, garantizar la seguridad vial y definir responsabilidades.
Actualmente, el panorama regulatorio para estos vehículos es aún incipiente y presenta vacíos que generan incertidumbre tanto para usuarios como para las autoridades. Si bien algunas ciudades han implementado normativas locales, no existe - establecida-, una ley de carácter nacional que unifique los criterios de operación, seguridad y convivencia en el espacio público.
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Barranquilla está experimentando una notable transformación en su panorama de movilidad, con un creciente interés y uso del 1transporte eléctrico. Desde la incorporación de buses con cero emisiones al sistema de transporte público hasta la proliferación de bicicletas, motocicletas y patinetas eléctricas de uso personal, la ciudad busca posicionarse como un referente en sostenibilidad y eficiencia en el Caribe colombiano.
Sin embargo, entre usuarios de bicicletas, motos y patinetas eléctricas se desconoce la obligación de normas ya existentes como el uso de cascos o la señalización, velocidad máxima, uso de parrilleros y desde qué edad se puede manejar este tipo de transporte.
Zona Cero quedó a la espera de una respuesta de la Secretaría de Tránsito de Barranquilla, gestionada ante los respectivos jefes de prensa de Distrito y la entidad, sobre la posibilidad de una entrevista para conocer cómo se está manejando el tema de la regulación existente sobre el particular.
Moto eléctrica: una aliada en medio del tráfico barranquillero
Para Carolina Pájaro, residente de Barranquilla, su moto eléctrica se ha convertido en mucho más que un simple medio de transporte; es una pieza clave en su día a día. "¡Es una maravilla! En esta ciudad tan movida, la moto eléctrica me ha cambiado la vida por completo", le dijo a Zona Cero.
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Vivir en Barranquilla implica enfrentarse al tráfico y a las altas temperaturas, y es precisamente ahí donde su moto eléctrica demuestra gran utilidad. "Llegar a tiempo a cualquier lado sin sudar y sin gastar una fortuna en gasolina, ¡eso es oro!", comentó. Carolina destacó la facilidad para moverse entre el tráfico y, sobre todo, el ahorro significativo en combustible, un factor crucial en el presupuesto de cualquier barranquillero.
Además del beneficio económico, Carolina valora el impacto ambiental positivo. "Sé que estoy contribuyendo a tener un aire más limpio en nuestra ciudad, y eso me da mucha tranquilidad. No hace ruido, no contamina", afirmó.
Micromovilidad eléctrica: un fenómeno en crecimiento
Más allá del transporte público masivo, el uso de vehículos eléctricos ligeros ha experimentado un auge notable en las calles de Barranquilla, tanto en el norte como en el sur de la ciudad. Estos medios de transporte son atractivos para muchos ciudadanos por sus bajos costos operativos, la ausencia de impuestos y SOAT, y la comodidad de evitar el gasto en gasolina o pasajes.
Y es precisamente el ahorro a lo que le apuntan quienes deciden invertir en un vehículo eléctrico, como es el caso de Juan José Guillart, quien asegura que "olvidarse" de la gasolina, ha sido un "alivio para mi economía mensual".
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"La cargo en casa por las noches, como si fuera un celular gigante, y al día siguiente estoy listo para recorrer la ciudad sin preocuparme por los precios del combustible. Es una inversión que realmente se paga sola con el tiempo", expresó.
Sin embargo, reconoció que este tipo de vehículos, "como todo, tiene sus cositas". "A veces, la infraestructura para cargar en la calle no es tan robusta como uno quisiera, pero con un poco de planificación, eso no es un problema mayor", aseguró.
Un informe reciente destaca que la venta de estos vehículos es alta. Modelos populares ofrecen autonomías de hasta 60 kilómetros por carga y velocidades de hasta 53 kilómetros por hora, con precios que oscilan entre los $2.400.000 y $4.500.000. Sin embargo, este crecimiento también ha puesto en evidencia desafíos importantes.

Desafíos y necesidades para la movilidad eléctrica
A pesar del impulso, Barranquilla enfrenta retos clave para consolidar la movilidad eléctrica:
1. Infraestructura para micromovilidad: uno de los principales problemas señalados por los usuarios es la falta de ciclorrutas adecuadas, lo que obliga a las bicicletas y patinetas eléctricas a compartir vías con vehículos más grandes, aumentando el riesgo de accidentes.
2. Puntos de recarga: Si bien existen empresas que ofrecen soluciones de recarga en Barranquilla (incluyendo carga rápida en estaciones de servicio), la infraestructura de carga pública y residencial aún necesita expandirse para satisfacer la demanda creciente.
3. Regulación clara: aunque el país cuenta con leyes que promueven el uso de vehículos eléctricos, como la Ley 1964 de 2019, la regulación específica para bicicletas, motocicletas, patinetas eléctricas todavía genera interrogantes. Recientemente, el Congreso de la República aprobó el proyecto en pro del transporte alternativo. Se trata de la iniciativa que regula y promueve la movilidad en vehículos eléctricos de uso personal urbano.

¿De qué trata?
El proyecto de ley 219 de 2024, Cámara, 111 de 2023, en Senado, busca regular el tránsito de dicho tipo de vehículos (introduciendo las modificaciones pertinentes en el Código Nacional de Tránsito Terrestre) y promover su uso.
“Una regulación adecuada no solo garantizará la seguridad de los usuarios y peatones, sino que también promoverá un uso responsable de estos vehículos y una coexistencia armoniosa con otros medios de transporte”, indicó en su momento el senador Julio Alberto Elías Vidal, del Partido de la U en calidad de autor y ponente, según registró la misma web del Senado.
Entre los aspectos de la propuesta relacionada a la Regulación del Tránsito:
1. Edad mínima: se establece una edad mínima de 16 años para la conducción de estos vehículos.
2. Uso exclusivo urbano: limitación del uso a áreas urbanas para transporte personal o individual.
3. Infraestructura específica: obligación de circular por la ciclo-infraestructura disponible o, en su ausencia, por las vías permitidas.
4. Límites de velocidad: establecimiento de límites de velocidad de 25 km/h en la ciclo-infraestructura y 40 km/h en las vías permitidas.
5. Seguridad: uso obligatorio de casco de seguridad, obligación de tener dispositivos lumínicos en los dispositivos y uso obligatorio de prendas reflectivas entre las 6 de la tarde y las 6 de la mañana.