El país marchó: tranquilidad en Barranquilla y toque de queda por desmanes en Cali
Masiva participación ciudadana en las diferentes marchas en el país.
Un balance positivo en materia de orden público deja la jornada del paro nacional de este jueves en la ciudad de Barranquilla.
Las diferentes marchas que finalmente se congregaron en el Paseo Bolívar, hicieron sus recorridos en completa normalidad, contando con el acompañamiento de la Fuerza Pública para prevenir cualquier alteración.
Sin embargo, debido a los diferentes recorridos, muchos sectores de la ciudad, registraron bloqueos y dificultades de movilización, por lo cual la Secretaría Distrital de Tránsito y Seguridad Vial dispuso personal operativo para reorientar temporalmente el tráfico, utilizando vías alternas.
Por esta misma razón, la operación del Transmetro estuvo suspendida durante 4 horas y 30 minutos, mientras las marchas despejaban las rutas del sistema.
Para destacar, la disposición de manifestantes para rechazar los actos de vandalismo que pudieran alterar la jornada.
En caso concreto se registró en el sector de la carrera 51B con calle 80, cuando algunos manifestantes rayaron la fachada de McDonald's. De inmediato, otros manifestantes que se percataron del cuestionado hecho, procedieron a limpiar nuevamente la fachada, situación que fue aplaudida por los demás participantes.
Esta misma situación se repitió en otras ciudades del país.
En Bogotá, por ejemplo, un grupo de encapuchados fue retirado por los mismos manifestantes cuando atacaban la estación de Transmilenio localizada en el transitado sector de la calle 45 con la Avenida Caracas.
En Medellín, un grupo de personas también impidió que un encapuchado rayara la fachada de un establecimiento comercial.
No obstante, pese a los controles adoptados por las autoridades, se registraron enfrentamientos de estudiantes con la Fuerza Pública.
En Bogotá, los enfrentamientos tuvieron lugar en la calle 26 cuando la marcha pretendía extenderse hasta el aeropuerto El Dorado. También se presentaron disturbios en la Avenida 68, mientras que otros encapuchados causaron serios destrozos en 14 estaciones de Transmilenio, poniendo en riesgo la integridad física de las operadoras del sistema.
“Hasta ahora van 14 estaciones y 19 buses vandalizados. El costo de la reparación sale inicialmente de los seguros. Como resultado los seguros suben. Para cubrir ese costo suben las tarifas, o los impuestos, o se reduce la inversión en otros rubros como salud, seguridad, parques”, advirtió el Alcalde Enrique Peñalosa.
En horas de la tarde, se presentaron fuertes enfrentamientos en la Plaza de Bolívar, la zona de la concentración final.
En Cartagena, los enfrentamientos se dieron en el sector próximo a la Torre del Reloj, cuando los manifestantes pretendían seguir hacia la zona turística de Bocagrande.
Los hechos más graves se registraron en la ciudad de Cali, donde un grupo de manifestantes se dedicó al atraco, destrucción y saqueo de centros comerciales, lo que motivó al Alcalde Maurice Armitage a decretar el toque de queda a partir de las 7 de la noche de este jueves.
“Una serie de vándalos, desadaptados y delincuentes están atracando y saqueando negocios que de ninguna manera lo vamos a admitir y que les caiga todo el peso de la ley. Agradezco mucho a la gente que fue a la manifestación y se comportó bien, pero desafortunadamente estos desadaptados nos han llevado a tomar esta dolorosa decisión para la ciudad de Cali”, declaró el mandatario a los medios de comunicación.
Además de daños en el CC Unicentro, frente a la Universidad del Valle, un grupo de vándalos persiguió a policías motorizados para destruir los pequeños vehículos.
En otros sectores causaron serios daños en el sistema de semaforización y en su avance por los distintos sectores se enfrentaron a las unidades del Esmad.
En términos generales, el balance de la jornada en el país, salvo algunas excepciones, resultó positivo, tanto por la participación masiva como por la situación de orden público.