‘El Niño’ también se llevó la cosecha de ciruelas en Campeche
Para suplir la ausencia recurren a la ‘importación’ desde otras poblaciones del Atlántico.
En el corregimiento de Campeche, jurisdicción del municipio de Baranoa, reina la preocupación y no es para menos pues, su principal y simbólico producto de exportación, la deliciosa ciruela, prácticamente desapareció del panorama.
La principal causa de esta situación es atribuida a los estragos del fenómeno de El Niño, que con su prolongada sequía ha afectado a este y otros cultivos. A lo anterior se suma el hecho de que muchos árboles han sido azotados por el Comején. Además que ha faltado una adecuada restitución de los árboles para mantener los cultivos.
Por eso, la abundancia de ciruela que tradicionalmente caracterizaba a Campeche para esta época, hoy es extrañada por los casi 7 mil habitantes del corregimiento.
Para suplir la ausencia, han tenido que recurrir a la ciruela ‘importada’ desde otras poblaciones del departamento del Atlántico, donde la cosecha se encuentra avanzada, como por ejemplo La Peña (Sabanalarga), Caracolí (Malambo) y Juan de Acosta, entre otras.
Como detalle curioso, a diferencia de la ciruela autóctona, caracterizada por su sabor dulce, la de otras poblaciones es más grande, pero simple.
Sin embargo, esto también ha generado una variación de precios. En el año 2015, por ejemplo, el bulto de 2.000 ciruelas abrió la temporada con un valor de $60.000, que, ante la abundancia, disminuyó a $20.000 y $18.000.
En esta oportunidad el bulto está por el orden de los 100 mil y hasta 120 mil pesos, mientras que la bolsita de 25 ciruelas es ofrecida a $2.000.
Este hecho ha ocasionado también una reducción de los puestos de ventas a lo largo de La Cordialidad y muy asediados por los viajeros. Y los pocos que hay ofrecen la ‘importada’ además de reducir el número de ciruelas por bolsita.
El corregimiento de Campeche es ampliamente conocido nacional e internacionalmente por la variedad de productos que prepara la población con la ciruela: pudines, vinos, dulces, mermelada, encurtidos, salsa para carnes, artesanías, entre otros.
Para esta época, ante la ausencia de la materia prima, han recurrido a las pulpas almacenadas en cuartos fríos, producto de la anterior cosecha, para poder mantener una mínima producción.
A todo ello hay se suma la celebración del Festival de la Ciruela, evento propicio para la exhibición de todos los productos.
Este año alcanza la versión XXVIII, pero, inexplicablemente, ad portas de su celebración, aún se desconoce su programación.
La realización del Festival tradicionalmente coincide con la Semana Santa.