Incendio controlado en la Bendición de Dios.
Incendio controlado en la Bendición de Dios.
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El drama de Bendición de Dios: 70 casas incendiadas y 3 emergencias en 8 años

La triste historia vuelve a repetirse.

Familias desplazadas por la violencia de diferentes regiones del país y venezolanos que llegaron en la última década por la crisis económica de ese país, habitan la Bendición de Dios, un barrio subnormal, ubicado en la ribera del Río Magdalena, muy cerca de la zona portuaria de Barranquilla.

Son 21 años que cumple este barrio de invasión, sin que en él se vean indicadores de mejora en los niveles de pobreza y que por el contrario persisten las necesidades básicas insatisfechas entre quienes residen allí.

En Bendición de Dios son pocas las casas levantadas en concreto. De las 600 humildes casas que hay en el barrio, la mayoría son de tabla, madera, zinc, plástico o cartón. Sus habitantes en un gran número viven del reciclaje.

Allí no hay conexiones de gas natural, cocinan con gas propano; el agua la toman de redes cercanas y las conexiones de energía, igual, de postes del sector, en forma ilegal.

El incendio que este lunes llenó de pánico a unas 25 familias que perdieron lo poco que tenían, revivió las tragedias vividas en años recientes: en mayo de 2022 y en agosto de 2016.

Bomberos atendieron la emergencia.

Tres incendios e igual número de emergencias en las que suman unas 70 las humildes casas consumidas por las llamas.

Recordemos que el reloj marcaba las 12:36 del mediodía de este 20 de enero cuando un incendio se propagó rápidamente por varias viviendas del sector. 

Decenas de familias veían como todo sus esfuerzos se desvanecían con las llamas y quedaban en la calle. 

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La zozobra y el pánico se reflejaban en sus rostros en medio del desespero por intentar salvar las pocas cosas que veían a su paso. 

Cinco máquinas del cuerpo de Bomberos de Barranquilla fueron alertadas de la conflagración y tras llegar al lugar sofocaron las llamas. 

Muchos de los que habitaban las casuchas se encontraban laborando cuando se enteraron que sus viviendas habían quedado en cenizas. 

Tras lo ocurrido, funcionarios de la oficina de Gestión del Riesgo llegaron al sector e iniciaron un censo para determinar las personas que vivían en estas viviendas.