Querer es poder. Así lo entendió y ha practicado a lo largo de su vida Rafael Gustavo Altamiranda García, un hombre de 84 años de edad quien ayer 11 de diciembre alcanzó uno de los mayores logros: recibir grado de bachiller.

“Estoy muy feliz y gracias al apoyo de toda mi familia se me cumplió este gran deseo”, afirmó Altamiranda García en diálogo con Zona Cero.

Y es que para Almiranda García su vida no ha sido nada fácil. Fue criado por una abuelita en su natal Marialabaja, departamento de Bolívar, quien se lo entregó a un tío y a los 7 años se vino a Barranquilla.

Recuerda que estando en la capital del Atlántico ocurrió el magnicidio del líder político Jorge Eliécer Gaitán.

En Barranquilla también se encontraba con una abuelita que luego lo llevó a Cartagena con un tío y quien a su vez se fue con él hasta San Juan de Urabá, en el departamento de Antioquia.

Y a los 17 años regresó nuevamente a Barranquilla.

“Luchando y luchando me dediqué al trabajo y tuve mis hijos que gracias a Dios son todos unos profesionales”, destacó.

De ahí en adelante todo ha sido ejemplo de superación con esfuerzos propios.

“Siempre fue muy bueno con las matemáticas”, destacó su hija Yesenia Altamiranda.

En ese entonces, vivía con un tío con quien aprendió muchas actividades y luego conoció a su esposa con quien se vino para el barrio San Isidro de la ciudad de Barranquilla, donde comenzó a ejercer como cobrador en los buses de transporte público y también aprendió a conducir vehículos.

“Él pasó mucho trabajo, pero siempre fue un camellador hasta que cogió un puesto de venta de lujos para vehículos en Sanandresito y compró su casa”, dijo, por su parte, María Altamiranda, otra de sus hijas.

Pese a ser bueno con las matemáticas, no lo era también con la escritura, por lo que en su mente siempre estuvo avanzar en sus estudios.

Fue así como culminó los de primaria en la IED ‘Salvador Suárez Suárez’ de Barranquilla en el año 2016 y luego, en 2017, emprendió los de bachillerato en la misma institución. Inicialmente de manera presencial y luego desde casa debido a complicaciones de salud y a la misma emergencia por el Covid -19 que obligó la suspensión de las actividades académicas presenciales.

Sus exitosos resultados académicos, aunados a las circunstancias coyunturales de la pandemia del Covid-19, motivaron a las directivas del plantel lo declararon ad honorem para el undécimo grado cuando ya había concluído el décimo.

No obstante, en este lapso académico logró amoldarse a las nuevas circunstancias de las tecnologías para poder recibir la capacitación a nivel virtual.

Fue así como este viernes 11 de diciembre la institución le otorgó el grado de bachiller.

“Él es un orgullo para sus 18 hijos, 34 nietos y 14 bisnietos”, manifestó su hija Yesenia, en diálogo con Zona Cero.

Debido a que no todos sus hijos viven en Barranquilla, organizaron un encuentro virtual para celebrar la graduación.

“Él está muy contento por el grado y el agasajo de toda su familia. Él es un orgullo de superación, de querer estudiar con esfuerzos propios para salir adelante. En una época, incluso, él buscaba profesores para que le dieran clases en la casa. Y él mismo se indujo de la primaria al bachillerato”, señaló Nurys Altamiranda, otra de las hijas.

Durante su vida, Gustavo Altamiranda García también cambió su fuerte temperamento, al de papá, esposo, abuelo y bisabuelo cariñoso.

“Él tenía un temperamento fuerte como hasta los 70 años. Después se volvió más cariñoso”, manifestó Yesenia.

Este logro le permite a Gustavo Altamiranda García enviarle un mensaje a la juventud actual.

“Que estudien, que se dediquen al estudio, al trabajo, para poder salir adelante en la vida”, puntualizó.