¡A disfrutar el Carnaval en familia!
Es importante fomentar carnavalores para explorar las habilidades artísticas de nuestros niños y niñas, dice la Comisaria de Familia, Cecilia De Alba.
Por Cecilia De Alba Narváez, Comisaria de Familia
El Carnaval, es una celebración que se realiza en muchos lugares del mundo, y está asociado con la tradición católica de la Semana Santa, inicia 4 días antes del miércoles de ceniza. Puede afirmarse que se trata de una jornada larga de permisividad y rienda suelta a la cultura y creatividad; que además genera grandes dividendos a las finanzas locales, comerciales, turísticas, culturales.
Según algunos historiadores, los orígenes de esta festividad se remontarían a la Sumeria y el Egipto antiguos, hace más de 5000 años, con celebraciones muy parecidas en la época del Imperio romano, desde donde se habría expandido la costumbre por Europa, siendo llevada a América por los navegantes españoles y portugueses a partir de fines del siglo XV. (Wikipedia).
La fiesta de Barranquilla tiene antecedentes próximos en la celebración que se efectuaba en Cartagena de Indias, en época de la Colonia, como fiesta de esclavos; por esas fechas aparecían por las calles los negros con instrumentos típicos y atuendos especiales, danzando y cantando. A los que se sumaron los grupos folclóricos del Caribe y el Magdalena grande. Colorido Cultural tradicional, que fue elevado por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. (w.w.w. Barranquilla.gov.co)
Los propósitos intrínsecos del Carnaval, son promover y generar valores culturales y sociales, de allí el “Carnavalores”, denominado así por la comunidad estudiantil; que aprovecha el jolgorio como instrumento para arraigar el sentido de pertenencia a la ciudad, promover los talentos culturales y lo más importante, facilita la integración y cohesión social.
En familia organicemos nuestro carnavalores, para promover y explorar las habilidades artísticas de nuestros niños y niñas, estimular su creatividad con los disfraces, cadenetas y decoraciones en el hogar, fomentar actividades lúdicas como es la elaboración de dibujos y carteleras representativas del Carnaval, hacerlos participes de grupos de danzas, comparsas, comedias, letanías, etc. Organizar reuniones infantiles o familiares donde se promuevan valores como el respeto, la alegría, autenticidad, amistad, solidaridad y empatía.
Por mucha alegría y gozo que se viva en el Carnaval, no olvidemos el deber legal de proteger a nuestros niños, niñas y adolescentes. Si los llevamos a eventos masivos tengamos en cuenta:
Ubicarse a tres metros de las tarimas, del picó, del desfile de disfraces, animales, vehículos, carrozas, y nunca se ubique en callejones o sitios sin salidas, Memorice ruta de salidas y señales de emergencias.
-No consuma licor y mucho menos drogas delante de los niños y manténgase lejos de personas o grupos que estén muy alicorados o exaltados, que estén usando espumas o artefactos pirotécnicos.
-Evite discusiones, si se producen altercados o hechos violentos aléjese rápidamente con su niño o niña.
-No lleve objetos de mucho valor, o elementos peligrosos como botellas de vidrio y lleve solo lo necesario.
-Siempre tenga a su hijo a su lado, no lo encomiende a personas poco conocidas, ni lo deje ir solo al baño.
En caso que su hijo participe de una comparsa o desfile, los vehículos o carrozas que estos sean debidamente autorizados y que tenga barandas de seguridad o elemento fijo de dónde agarrarse y un asiento accesible. Por ningún motivo permita que desfile en la plataforma externa y mucho menos en el capó del vehículo.
-El vestuario que use, no debe generar riesgos de asfixia o alergias, que sea adecuado a su edad, evitando el exhibicionismo; que no lesione su dignidad e integridad personal.
Finalmente, no olvide que en estos días de mayor inseguridad y peligro exija a los adolescente el cumplimiento de las reglas familiares, establezca hora de entrada y salida, sepa con quien sale y en qué lugar se encuentra, tenga a la mano teléfonos de los amigos acompañantes, prohibición de consumo de licor y de ingreso a lugares o eventos prohibidos a menores de edad.